Empujada por la grave situación financiera que sufre, Unió Democràtica de Catalunya (UDC) ha decidido acogerse al preconcurso de acreedores. La formación democristiana, al frente de la cual Ramon Espadaler ha relevado a Josep Antoni Duran Lleida después de los dos grandes fracasos electorales, acumula deudas por 17 millones de euros, según la estimación del Tribunal de Cuentas, que el partido eleva aún más: hasta los 19 millones de euros.
El fardo del old party catalán subía, antes de las contiendas catalana y española, hasta los 20 millones, aplicando la tradicional cuota de representación (25%) de UDC en Convergència i Unió a las deudas bancarias de la antigua federación de CiU (9 millones), como publicó EL TRIANGLE.
Unió quedó fuera del Parlamento de Catalunya el pasado 27 de septiembre y tampoco obtuvo un solo escaño en el Congreso de los Diputados el 20 de diciembre. La doble derrota electoral, posterior al divorcio de CiU y a la escisión de su sector independentista (Demòcrates de Catalunya), desemboca en este preconcurso, que abre un plazo de tres meses de negociación de la deuda para intentar evitar el concurso de acreedores.
Los democristianos, de momento, han recortado personal e intentan de vender su sede central, ubicada en la calle Nápoles de Barcelona.
Imputan un cuñado de Duran
Al margen de la precaria situación económica que ha dejado en Unió, el nombre de Duran aparece indirectamente en las informaciones sobre la última operación puesta en marcha por la UDEF contra el fraude a la Seguridad Social. José Luis Colls Peyra, cuñado de Duran, está imputado por un fraude efectuado, supuestamente, mediante la sociedad Azalea Quantum Solution SL, cifrado en 206.890 euros. Azalea, dedicada a gestionar salas de espectáculos, es una de las 65 empresas bajo investigación. Colls, publica El Confidencial, figura como administrador en más de 500 sociedades.
