Artur Mas se aferra a «la mitad de la CUP» para que le facilite la investidura antes del 11 de enero, el próximo lunes, cuando firmará, si «la mitad de la CUP» no mueve ficha, el decreto para celebrar unas elecciones el próximo 6 de marzo. En una comparecencia en la Generalitat, el presidente en funciones ha asegurado que no dará un paso al lado para investir a un nuevo presidente.
«Junts pel Sí no puede hacer nuevas concesiones, y cuando dice esto quiere decir cualquier otra concesión. Si hacemos alguna nueva y sobre todo de este nivel -ha aludido a un hipotético cambio de presidenciable- el mensaje que se da es que se puede construir un nuevo país en base a excluir. Nos tenemos que separar de la ‘pose’ de cada día, de la ‘tontería’ del día a día. Si decimos ‘los que ponen cruces son los que triunfan’, el proceso catalán está muerto», ha argumentado. «Nadie puede excluir a nadie, nadie puede vetar a nadie. Se les tiene que decir que no. Porque sólo se puede construir un país desde el voto y no desde el veto», ha insistido.
Mas ha cargado contra el veto de la CUP: «La mitad de la CUP lo ha entendido. Pero la mitad que no lo ha entendido ha acabado imponiendo su ley. Esta decisión ha comportado la división de su cabeza de lista, cosa que quiere decir que deben de haber entendido su error. El otro error que comete la CUP es pensar que la revolución que quieren hacer es con 5 diputados del Parlamento de Catalunya. Un mínimo sentido de la realidad no los habría llevado a esta situación».
El presidenciable firmará el día 11 el decreto de convocatoria de nuevas elecciones en Catalunya. «Preferiría no firmarlo, hasta el domingo hay tiempo para que haya la investidura», ha concluido.
