El preacuerdo alcanzado esta semana por Indra y la mayoría de los representantes de los trabajadores que se oponían al ERE ha tenido consecuencias sindicales que van mucho más allá del enfado de la CGT.
Este sindicato acusó a CCOO, UGT, USO y STC de haber traicionado a los trabajadores aceptando un principio de acuerdo que incluye, entre otros puntos, un máximo de 1.750 despidos hasta finales de 2016.
Según fuentes sindicales citadas por Economía Digital, en las bases de CCOO, el sindicato con más representación en Indra, el preacuerdo también ha causado malestar. Pero es en UGT donde la grieta es más visible. Especialmente, entre la UGT de Catalunya, que rechaza el preacuerdo e intentará evitar que se rubrique, y la confederación sindical estatal, que ha pactado con Indra.
Fuera de Catalunya, centros de trabajo como los de Alcobendas (Madrid) y Barakaldo (Vizcaya) tampoco comulgan con las condiciones de la empresa. UGT Catalunya señala que se ha ordenado la firma del ERE sin la participación de los centros.
Está previsto que el acuerdo entre empresa y la mayoría de los sindicatos se confirme este jueves y sólo hará falta que CCOO, USO y STC estén a favor para que acuerdo cuente con suficientes delegados sindicales y salga adelante.
