La dirección de Unió tiene da por hecho que en las elecciones del 27-S, con Ramon Espadaler como cabeza de lista, se llevarán un batacazo.
En la actual legislatura, Unió consiguió 16 diputados en el Parlamento, de los cuales 10 continúan fieles a Duran y 6 se han pasado a Demócratas de Catalunya, la nueva marca de los democristianos independentistas.
En conversaciones privadas, dirigentes del entorno de Duran reconocen que firmarían ahora mismo conseguir 5 diputados en las elecciones del 27-S y algunos, incluso, se conformarían con los 3 diputados que les otorga el sondeo de JM&A elaborado por encargo del digital Público.
Ante este panorama, Duran explica en su círculo de fieles que las elecciones importantes no son las del 27-S sino los dos comicios que vendrán a continuación: las elecciones generales, en las cuales el mismo Duran se podría presentar como cabeza de lista, de forma que aspiraria a conservar su suite en el Hotel Palace, y las nuevas elecciones catalanas que prevé para la primavera próxima porque considera que la situación que se desencadenará después del 27 de septiembre será de ingobernabilidad. Duran cree que entonces será el gran momento de Unió.
Mientras tanto, Duran adopta un perfil bajo, calculadamente bajo. Evita entrar en un enfrentamiento directo con Artur Mas. En su partido dicen que está «reservando fuerzas».
