Hace tres años, cuando el diario La Razón le preguntó como había llegado al PP, Andrea Levy explicó que «de casualidad» porque, al acabar la diplomatura de Relaciones Internacionales y Protocolo, obtuvo una beca para trabajar como asesora del consejero socialista Antoni Siurana, hecho que le permitió estar dos años en el departamento de Agricultura de la Generalitat, en tiempo del gobierno tripartito, que fue «cuando empecé a sentir atracción por la política».
En realidad, no tenía demasiado claras las ideas porque relata que «hablé con mi tutora para estudiar por qué partido tenía más sensibilidad. Analizamos diferentes opciones y, al final, fue el PP. Fui a la calle Urgell, llamé a la puerta y dije: Hola, quiero afiliarme».
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