Joan Pau Miquel Prats, recientemente destituido como consejero delegado de la Banca Privada de Andorra (BPA), y detenido este viernes, ha ingresado en prisión la madrugada de este lunes después de haber pasado el fin de semana en el calabozo y de haber declarado durante siete horas, informa Diari d’Andorra.
Miquel ha sido trasladado a la carcel de La Comella por orden de la jueza Canòlic Mingorance, que le vincula al blanqueo de capitales procedentes de organizaciones criminales referido por las autoridades de los Estados Unidos. Según la misma información, hay dos gestores bancarios más en el punto de mira de la policía andorrana, uno de los cuales puede ser detenido durante las próximas horas, aunque su identidad no ha trascendido todavía.
Al ex consejero delegado de la BPA, hombre fuerte de los codirectores de la entidad, los hermanos Ramon e Higini Cierco, le acusan de un delito continuado de blanqueo.
El caso Emperador
Según publicaba El Periódico de Catalunya este domingo, el fiscal que encabeza la operación dispone de evidencias contra Miquel aportadas por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía española. Entre otras, destacan agendas encontradas en las investigaciones del caso Emperador, en las que uno de los imputados al servicio de Gao Ping, el empresario catalán Rafael Pallardó, apuntaba «J.P. Miquel» junto a cifras de extracciones de dinero de Andorra. Los investigadores de los movimientos de la mafia china creen que pueden ser comisiones a cambio de contribución al blanqueo.
Otras evidencias en manos de la Justicia citadas por el mismo diario indicarían que Miquel era consciente del origen ilícito de los fondos que, presuntamente, ayudaba a blanquear.
