«Yo vine aquí castigado, porque Cataluña era el peor lugar donde te podían enviar«, ha explicado este lunes durante la comparecencia parlamentaria en la comisión que investiga el caso Pujol, el exfiscal jefe del TSJC, José María Mena, para añadir que el «castigo» inicial se transformó en un placer. «Ahora soy catalán por propia voluntad. Tengo las hijas bilingües y los nietos catalanoparlantes. Y estoy orgulloso», ha dicho el jurista.
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