El financiero judío Howard Marks, miembro del organitzación sionista B’nai B’rith, es uno de los hombres más ricos de los Estados Unidos, con una fortuna estimada de 1.500 millones de dólares. En 1995 fundó la compañía Oaktree Capital, con sede en Los Ángeles, especializada en la especulación financiera con la deuda de empresas con problemas. Su agresiva estrategia ha hecho que en los últimos años muchos fondos de pensiones, fundaciones y fondos soberanos le hayan confiado dinero para obtener buenas rentabilidades y, actualmente, gestiona unos 100.000 millones de dólares de terceros.
La Vieja Europa, que sufre una larga y espantosa decadencia industrial, se ha convertido en un terreno abonado para las prácticas carroñeras de Oaktree Capital, que declaró unos beneficios de 31,2 millones de dólares durante el primer semestre de este año. Su estructura europea, con cuartel general en Londres, tiene oficinas en Amsterdam, Dublín, Frankfurt, Luxemburgo y París. (…)
La Generalitat, que está ahogada por el endeudamiento y se ha quedado sin tesorería, otorga un crédito de 8 millones de euros a una empresa propiedad de Oaktree Capital, para «ayudarla» a seguir despidiendo trabajadores. En una Catalunya «secuestrada» por el proceso, los medios de comunicación no prestan atención a «menudencias» cómo esta. Pero todo tiene una explicación.
El Grupo Panrico tiene un «activo» muy valioso en su organigrama: Joan Mas i Gavarró, hermano pequeño del actual presidente de la Generalitat, que era hasta hace poco el «director de operaciones» de la empresa. Joan Mas entró como hombre de confianza de la familia Costafreda y los nuevos gestores -comandados desde Londres por Karim Michael Khairallah– lo han mantenido en el staff de dirección. Figura como apoderado de la filial La Bella Easo en Zaragoza, cargo que también había ostentado en Panrico SA y a Galletas Artiach SA (antes de ser vendida a los Ferrero de Nutrexpa).
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