Más allá del mainstream político y mediático estatal, el traspaso del presidente del Santander, Emilio Botín, no ha generado muchos homenajes a su figura. Las redes, en particular, van repletas de comentarios que constituyen un relato alternativo al de los elogios al «gran banquero» «embajador de la marca España», difundidos por emisores que no son sospechosos de haber intercambiado favores con el millonario cántabro.
Una de las reacciones más contundentes (y difundidas) en este sentido ha sido la de la promotora de Guanyem Barcelona y exportavoz de la PAH, Ada Colau:
Durante 5 años he vivido d cerca el dolor y desesperación d miles d familias estafadas x Botín y sus secuaces. No callaré el día d su muerte
— Ada Colau (@AdaColau) septiembre 10, 2014
Botin ha muerto sin ser juzgado ni devolver lo robado. Que nadie se confunda: su banco mantiene la deuda y no pararemos hasta cobrarla!
— Ada Colau (@AdaColau) septiembre 10, 2014
La figura más célebre de Podemos, Pablo Iglesias, por su parte, ha intervenido en laSexta para etiquetar a Botín como el representante del «excesivo poder político y económico de los bancos».
La Gaceta, de Intereconomía, ha compilado y reprochado algunos tuits de despido de «la izquierda», entre ellos los de la misma Colau, el rapero Pablo Hasel, la revista Mongolia o la monja Lucía Caram.
Además del fragor a los social media, opiniones más sosegadas se han referido al presidente del Santander. El catedrático de Economía Aplicada Juan Torres López ha analizado en ‘Publico’ la trayectoria de Botín como banquero, de quien ha dicho que «refleja mejor que nadie en España el poder de una casta que actúa por encima del bien y del mal» y que ha sido «el paradigma de banquero causante de daños y de una crisis descomunal que sale indemne de cualquier cosa que haga».
Por su parte, El diario de la educación, publicación de la Fundación Periodismo Plural, expone una vertiente menos conocida de Emilio Botín: «hizo de la entidad financiera [el Santander] la punta de lanza de la colaboración público-privada en el ámbito universitario«. El Santander, bajo la dirección de Botín, extendió su influencia como ningún otro banco entre las universidades españolas y latinoamericanas, mediante numerosos convenios y apoyando proyectos.
