Demanda de paternidad contra el rey Juan Carlos

El aforamiento que tramita el PP le protegerá de las reclamaciones de sus supuestos bastardos
La portaveu ecosocialista, Dolors Camats
La portaveu ecosocialista, Dolors Camats

«Con los Borbones, la realidad supera la ficción», suele recordar Jose Maria Zavala, autor del libro Bastardos y Borbones (Plaza & Janes, 2011) en el que recopila los numerosos hijos secretos de la dinastía que ha reinado en España desde hace tres siglos. Verdad o mentira, a Juan Carlos también le persiguen supuestos bastardos y, quizás por ello, el gobierno de Mariano Rajoy intenta tener lista cuanto antes una ley de aforamiento para protegerle de demandas de paternidad ahora que ha perdido la inmunidad judicial al dejar de ser jefe de Estado.

El Congreso acaba de aprobar un aforamiento especial para el rey jubilado y el Senado lo ratificará en los próximos días. Lo han colado como una enmienda en una ley que ya estaba en trámite, aunque el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, recomendó que lo hicieran mediante la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, un procedimiento jurídicamente impecable, pero más lento, que habría dejado ‘desprotegido’ Juan Carlos hasta finales de año. Demasiado tiempo, sobre todo cuando dos de sus supuestos bastardos, el catalán Albert Sola y la belga Ingrid Sartiau, han anunciado que insistirán en las demandas de paternidad que, hace dos años, habían sido archivadas precisamente porque, en ese momento, el rey era inviolable, ya que ningún juzgado podía investigarlo.

La prensa española pasa de puntillas sobre estas reclamaciones, pero, en otros países, lo explican sin tapujos: por ejemplo, el semanario colombiano Semana relata en la sección de confidencial que el problema de Juan Carlos es que tendría «algún hijo natural que otro» y, para protegerlo de las demandas, el gobierno español le ha dado «una manita» con la tramitación urgente de la ley. Los supuestos bastardos de Juan Carlos darán mucha guerra. La belga Ingrid Sartiau, de 48 años, se refiere en su página de Facebook en la coronación del «mi hermano Felipe». Hace un par de años, Sartiau se alió con Albert Sola para presentar una demanda conjunta de paternidad acompañada de una prueba de ADN del laboratorio belga Forensic Genetics que concluía que hay el 91% de posibilidades de que sean hermanos.

Sartiau reside en Gante (ciudad de la región de Flandes), pero viaja a menudo a España para contar su historia a quien la quiera escuchar y para tramitar las demandas. Su madre, Liliane Sartiau, conoció a Juan Carlos en 1956, en Francia. Se volvieron a encontrar diez años después, en una feria en Luxemburgo, y nueve meses más tarde nacía Ingrid, según la versión que explica ella misma.

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