El rescate de Prisa ya ha originado la nueva configuración del reparto accionarial en este grupo. Como contraprestación por haber aportado 434 millones de euros hace dos años, Caixabank, Santander y HSBC se quedan con el 23% de las participaciones, mientras que Telefónica obtiene el 6%.
Aquellos millones inyectados en bonos se convierten ahora acciones, a pesar de que las entidades rescatadores, publica Vozpópuli citando fuentes del sector, no se encuentran demasiado cómodas con la idea de formar parte del accionariado del grupo, lleno de problemas. Según la misma información, el poder que ahora acumulan los bancos tampoco satisface al presidente ejecutivo del grupo editor de El País, Juan Luis Cebrián.
Además, el nuevo movimiento accionarial arrincona todavía más a la familia Polanco, que se han visto desplazada gradualmente de las estructuras de poder de Prisa con las sucesivas entradas de fondos de inversión, como la del buitre Liberty.
Después de la venta de más del 50% de Digital Plus a Telefónica, la obtención por parte de Caixabank, Santander, HSBC y la misma Telefónica del 29,7% de las acciones de Prisa es el último episodio en la crisis financiera que arrastra este grupo, cuya deuda se estima en unos 3.200 millones de euros.
