Una de las decisiones que se tomó en la asamblea del taxi celebrada hace dos viernes en Montjuic fue un paro de 24 horas del servicio de taxi, previsto para este martes, y una marcha de protesta por el intrusismo ilegal que sufre el sector. EL TRIANGLE asistió al encuentro de taxistas indignados.
18:30h y el descampado que queda al pie de la Torre de Telecomunicaciones de Montjuic se tiñe de los colores amarillo y negro. Es viernes, y una muchedumbre de taxis llega, en una procesión desordenada, a este rincón de la montaña ‘mágica’ para celebrar una asamblea. La convoca Elite, denominación con que se presenta un grupo que reúne un millar taxistas que ha decidido organizarse para decir basta a los excesos, las ilegalidades y las mafias instauradas en el sector.
«En Barcelona siempre ha habido gente joven con ganas de luchar, pero cada cual iba por su parte y la comunidad no avanzaba, hasta que decidimos ir a la una», explica Ivan, uno de los miembros de esta iniciativa que, en cuatro meses, ya tiene más seguidores que el sindicato más representativo del taxi.
Son las 18:50h y la asamblea del taxi arranca con un aplauso unánime por la manifestación del 11 de junio, que reunió a unos 3.500 profesionales. «Acabábamos de nacer y conseguimos concentrar más gente que en toda la historia del taxi», explica uno de los asistentes.
El primer punto del orden del día trata de las comisiones ilegales que algunas emisoras pagan en los hoteles para saltarse la preferencia en las paradas de taxis de la ciudad. Acuerdan pedir a Movilidad una parada en la calle Pelayo, «que está llena de hoteles comisionistas». Uno de los puntos calientes de este tipo de prácticas está en la zona del Forum, donde activistas de Elite se acercan para explicar a los clientes estas malas praxis y para exigir a los hoteles que respeten la orden de las paradas.
«Elite crece con fuerza porque, a diferencia de los sindicatos, somos transparentes. Aquí escuchamos, de boca de los mismos afectados, sus quejas y votamos todas las soluciones que aportamos entre todos», continúa Ivan, antes de coger el micrófono para informar a los asistentes de algunas de las mejoras conseguidas durante las negociaciones con las autoridades.
Crece la atención entre el centenar largo de asistentes, cuando uno de los portavoces de la asamblea empieza a valorar la manifestación del 11 de junio para protestar contra la aplicación Uber. Un tercio de los 15.000 taxistas que circulan por Barcelona salió aquel día a la calle para mostrar su indignación por la competencia desleal que les ha salido, en forma de App.
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