El detonante del último caso de suicidio ocurrido durante un proceso de ejecución hipotecaria fue una petición de documentación por parte de CaixaBanc, pero en el trasfondo está el modelo de gestión sanitaria privatizado y los recortes, según denuncia la PAH de Dénia.
Jaume, el hombre de 52 años que el pasado martes decidió poner fin a su vida, se había intentado suicidar dos veces anteriormente y había ingresado como paciente de alto riesgo en el Hospital Marina Salud de Dénia. La PAH de esta localidad no se explica como este centro privatizado le dio de alta en sólo cuatro días a pesar de su condición de paciente de alto riesgo y menos todavía sin recibir un tratamiento suficiente. Además, la visita para recibir un seguimiento se la programaron para realizarla unos 20 días después del alta.
Es en esta situación que Jaume, miembro de la PAH de Dénia, recibió la petición por parte de CaixaBanc de nueva documentación. Después del último episodio depresivo sufrido por esta persona el pasado viernes, la PAH había acordado, para evitar que se angustiara más, que los contactos con el banco los gestionarían uno de sus miembros y un familiar, y que el banco no volvería a llamar. La semana pasada, la entidad bancaria había asumido un compromiso verbal para efectuar la dación en pago, trámite que estaba en proceso, pero la última comunicación desestabilizó a Jaume.
Manifestaciones
Los psiquiatras no se atreven a establecer una relación directa entre crisis e incremento de los suicidios y el Gobierno evita facilitar datos que vinculen estas muertes con procesos de desahucio. En cambio, es bastante elocuente el lema de la manifestación que tendrá lugar el el próximo sábado, 5 de abril, al Hospital Marina Salud de Dénia: «La privatización mata».
Esta protesta, convocada por la Plataforma en defensa de la sanidad pública de la Marina Alta, contará con la participación de la PAH de Dénia, que también se concentrará este viernes, 4 de abril, ante el Ayuntamiento de la localidad para recordar a su compañero. También se quiere hacer visible la problemática que ha generado este caso: la presión de las entidades bancarias sumada a la desprotección sanitaria que pueden producir los recortes y la privatización.
