La ‘dedocracia’ arraiga

El sindicato de funcionarios CSI-F estima entre 11.000 y 17.000 los enchufados en la Administración del Estado
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Ministerios, comunidades, ayuntamientos y empresas públicas sirven de soporte y al tiempo de receptores de los enchufados de cargos políticos. Estimaciones del sindicato de funcionarios CSI-F consideran que, solo en la administración central podría haber entre 11.000 y 17.000 «enchufados». En Andalucía se habla de hasta 35.000 personas, según información de elEconomista.

En Madrid se habla de Cristina Aguirre, hermana de Esperanza Aguirre, como asesora del distrito de Hortaleza; de Gabriela González Castejón, hija de la diputada Beatriz Rodríguez Salmones, como consejera técnica del Retiro; el fichaje de John Medcalf, hijo de Elvira Rodríguez (CNMV), como asesor del Grupo Municipal del PP en el Ayuntamiento de Madrid, o, el de Adela Ruiz, exmujer de Antonio Beteta.

A estos, se suman otros nombres de ‘hijos de’, ‘sobrinos de’, que «ni siquiera han terminado sus estudios, y apenas saben que es el número de la Seguridad Social». «Sin embargo desempeñan cargos de confianza», aseguran fuentes de la administración autonómica a EcoDiario.es. A esta larga lista se añaden otros cuantos nombres de políticos que han sido desplazados de la Comunidad de Madrid a consistorios como el de Las Rozas desempeñando con cargos de confianza, cuyas funciones se erigen por encima de los técnicos de carrera, desvelan otras fuentes.

De la corte europea fueron sonoros otros casos, recuerda en una información Interviú, los enchufados del socialista Enrique Barón, donde la máxima parecía ser la familia es lo primero -hijos, sobrinos, allegados-. No en vano, los eurodiputados pueden elegir a dedo a sus asistentes -lo que se legisló para evitarlo-. Según esta información, Vidal Quadras, del PP tuvo como asistente a un hermano de su mujer. El hijo de Alfonso Guerra (PSOE) trabajó como asistente de Miguel Ángel Martínez en Bruselas. Además, un sobrino de Rodrigo Rato, otro de Javier Arenas y un sobrino de Aznar desempañaron funciones de asistentes.

De esta espiral de cuestionamientos tampoco se han librado ni Soraya Sáenz de Santamaría ni María Dolores de Cospedal. El esposo de la primera fue fichado por Telefónica poco después de llegar ella a Moncloa. Entonces, su marido -que trabajaba en la Secretaría de Estado de Hacienda- fue contratado por «haber trabajado en la Comisión Europea como experto en temas comunitarios y de cooperación judicial internacional».

La llamada que hizo Red Eléctrica Española al marido de Cospedal no gozó de la misma acogida que la del cónyuge de la vicepresidenta del Gobierno. Entonces, Ignacio López del Hierro renunció a su cargo en el Consejo de la empresa -dependiente del Sepi- horas después de que se conociera la noticia. Meses más tarde ha aceptado otros nombramientos. Este miércoles, sin ir más lejos, Infolibre publica una información de este calado: El marido de Cospedal multiplicó sus ingresos por 14 al llegar ella a la Junta.

Sin precisar nombres, las Cajas de Ahorro también han constituido otro foco de enchufismo.

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