El jefe de la Brigada Móvil (Brimo) de los Mossos d’Esquadra, Marc Caparrós, ha declarado este lunes como testigo ante el juez que lleva el caso Ester Quintana y ha explicado que el recuento de pelotas de goma utilizadas después de una actuación policial se hace manualmente, sin que se elabore ningún tipo de acta.
En este sentido, la abogada de Quintana, Laia Serra, ha apuntado que en su declaración el jefe de la Brimo ha reconocido una «serie de deficiencias» en la fiscalización del funcionamiento de este cuerpo policial. Una afirmación que demuestra, según su opinión, que hasta ahora no se estaba haciendo con rigor este control.
Caparrós ha declarado ante el titular del juzgado de instrucción número 11 de Barcelona para dar su versión sobre el caso de la mujer que perdió un ojo, debido a un presunto impacto de una pelota de goma, durante la huelga general del 14 de noviembre del año pasado. El jefe de la Brimo ha explicado que se harán cambios en el sistema de control y recuento de las pelotas después de una actuación de los agentes antidisturbios.
En su declaración ha asegurado que durante aquella jornada de protesta no se dispararon pelotas de goma porque el director general de la Policía, Manel Prat, no dio la orden, pero ha reconocido que no existe ningún documento que confirme este procedimiento. Las actuaciones de los agentes de la Brimo se fiscalizan a partir de la declaración de cada responsable de las furgonetas desplegadas.
El jefe de la Brimo también ha justificado la decisión de apartar del cuerpo a seis agentes de la furgoneta 414 que se encontraba muy cerca de la zona donde resultó herida Ester Quintana, en la confluencia de Gran Vía con Paseo de Gracia. Caparrós ha dicho que se les ha apartado por una pérdida de confianza provocada por las contradicciones que hay en sus declaraciones. De hecho, estos agentes afirmaron ante el juez que nadie les había interrogado y este lunes el jefe de la Brimo ha reiterado que él mismo les interrogó.
