La puerta giratoria entre la administración pública y la empresa privada funciona muy bien en diversos casos. Este martes se ha sabido que el exministro Rodrigo Rato y expresidente de la de la nacionalizada Bankia, imputado por varios delitos por la quiebra de la entidad, vuelve al Banco Santander como asesor. Por su nueva tarea cobrará unos 200.000 euros el año. Hay más casos a nivel estatal como el de Rato, ya sea del bando del PP o del PSOE.
Uno de los más conocidos es el del expresidente del Gobierno español, José Maria Aznar. Su currículum postpresidencia es muy completo y sobretodo muy bien remunerado. En 2006 fue nombrado consejero de NewsCorp, el grupo global de medios de comunicación que controla el magnate de origen australiano Rupert Murdoch. Aznar percibió el último año fiscal una retribución de 247.639 dólares (198.112 euros). Desde 2011 también es asesor externo de la compañía eléctrica Endesa por Latinoamérica, a pesar de que su papel es hacer de lobby en las decisiones del Gobierno en materia energética. Segundo los últimos datos conocidos, Aznar cobra unos 200.000 euros anuales fijos para asesorar la eléctrica que precisamente acabó de privatizar durante su mandato.
La actividad del expresidente español no se acaba aquí. El pasado mes de mayo se anunció su fichaje como asesor por DLA Piper, el despacho de abogados más importante del mundo por facturación y número de profesionales.
Otro expresidente del Gobierno español -entre 1982 y 1996- cómo es Felipe González también dio el salto a la empresa privada el diciembre de 2010. El exlíder del PSOE se incorporó a Gas Natural Fenosa como consejero independiente de la sociedad, con una retribución de 126.500 euros brutos anuales. En el momento de anunciar su contratación, la empresa catalana participada por La Caixa y Repsol YPF detalló que González también sería accionista de la sociedad, a pesar de que no cuantificó su participación.
También hay exministros que han participado de forma activa en este mercado tanto preciado. Es el caso del exministro de Trabajo y exportavoz del grupo parlamentario del PP, Eduardo Zaplana. Un político que no aguantó ni un mes y medio de diputado raso en el Congreso y sus ansias económicas le empujaron a aceptar la oferta de la compañía Telefónica de César Alierta para ocupar el cargo de delegado de la empresa en Europa. Desde enero de 2012 Zaplana ya no forma parte del consejo de administración de Telefónica, pero forma parte de la multinacional española como adjunto a la secretaría general adjunta a la presidencia. Su salario anual en el momento de fichar por la operadora oscilaba entre los 500.000 y los 600.000 anuales.
Otro exministro de la vieja guardia de Aznar, Ángel Acebes, fichó en abril de 2012 por la compañía eléctrica Iberdrola para hacer la tarea de consejero externo. El exministro de Interior del Gobierno español percibe una cantidad anual superior a los 400.000 euros brutos anuales. En el momento de ser fichado por Iberdrola, Acebes era vocal del consejo de administración de Banco Financiero y de Ahorro (BFA), la matriz de Bankia.
Si miramos en las filas del PSOE también es fácil encontrar ejemplos de esta puerta giratoria. Nada más y nada menos que el exvicepresidenta económica Elena Salgado, una figura con mucho peso durante el segundo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Endesa fichó a Salgado para hacer de consejera externa de su distribuidora chilena, Chilectra, sólo tres meses después de su salida del Gobierno Zapatero. Su salario en el momento de ser contratada era de entre 35.000 y 70.000 euros cada año. Para rematar la jugada en abril de 2012 Abertis incorporó Salgado a su consejo asesor de Madrid.
Y otro ejemplo, y hay más, es su antecesor en el cargo, el exministro de Economía, Pedro Solbes, que también es consejero de la compañía italiana Enel, la empresa matriz de Endesa. En el primer ejercicio completo Solbes cobró de Enel 132.000 euros, en 2012.
