El Gobierno de José Ramón Bauzá (PP) finalmente ha conseguido llevar a las Islas el mismo modelo educativo que ya aplican de otras comunidades gobernadas por el PP y con lengua propia como son la Comunidad Valenciana y Galicia. A partir de ahora, los centros deberán impartir más horas de inglés y castellano en detrimento del catalán.
El Decreto de tratamiento integrado de lenguas (TIL) entra hoy en las aulas baleares para acabar con la inmersión lingüística. Hasta ahora, los centros que lo querían, podían adoptar la inmersión como método pedagógico y gracias al Decreto de mínimos (1997) quedaba garantizado que al menos un 50% de la enseñanza se impartiría en catalán.
Desde hoy 36.000 alumnos de 1 º curso de segundo ciclo de Infantil, 1 º, 3 º y 5 º de Primaria y 1 º de ESO deberán cursar las asignaturas según la distribución lingüística que establece el TIL. El Decreto marca que en Infantil los padres serán quienes elegirán la lengua de enseñanza temprana. En Primaria, de las 25 horas semanales, cinco deberán ser como mínimo en catalán, cinco en castellano y cinco en inglés. Esto significa, a la práctica, que se deja un margen limitado a los centros para elegir qué asignaturas se imparten en cada lengua. En Secundaria, se obliga a hacer como mínimo en cada una de las lenguas oficiales Matemáticas, Ciencias de la Naturaleza o Ciencias Sociales.
La intención del Gobierno es que el proceso de implantación termine el curso 2017-18 y que pueda llegar a los 160.000 alumnos matriculados en los estudios de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCP)
Un Decreto impuesto
El Decreto de lenguas llega a las aulas impuesto por el Gobierno Bauzá. El Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) suspendió la setmanan pasada la aplicación del TIL pero el Gobierno reaccionó rápidamente aprobando una nueva versión del Decreto donde no aparece el calendario de aplicación que el TSJIB había suspendido cautelarmente.
Durante el proceso de redacción y tramitación del Decreto, la Consejería de Educación no ha escuchado ninguna de las aportaciones del sector y ha aprobado un redactado a su medida para acabar con la posibilidad de que los centros hagan inmersión lingüística en lengua propia.
