Decidido a acabar con un fraude fiscal que se estima en 120.000 millones de euros en impuestos impagados cada año, el gobierno italiano ha estrenado este martes un sistema informático que rastrea el gasto anual de cada contribuyente para establecer su nivel de renta y compararlo con la cantidad declarada a Hacienda. Este ‘gastómetro’ o ‘rentometro’, como se ha bautizado el invento, quiere reducir la evasión fiscal, una práctica que, como en España, está muy consolidada en la sociedad italiana.
El sistema, que ha obtenido el apoyo de sucesivos gobiernos conscientes del impacto que puede tener sobre la economía de Italia, ha superado una fase de pruebas que ha durado tres años. El procedimiento es simple: «si gasto 100 no puedo ganar menos de 80», como ha definido un portavoz de la agencia tributaria italiana. «Si hay una diferencia inferior al 20% entre gasto e ingresos declarados no hay ningún problema. Si resulta superior, estamos ante un posible defraudador«.
La Hacienda italiana tiene previsto hacer un estudio preciso de las declaraciones de la renta de unas 35.000 personas antes de que acabe el 2013, controlando sus gastos durante los últimos cuatro años. Consultando los registros fiscales se podrá saber cuánto paga cada contribuyente en seguros, facturas, compras y ventas de bienes o ingresos de capital al extranjero, así como otros gastos cotidianos desde la compra en el supermercado o la gasolina.
El ‘rentómetro’ ha despertado críticas desde sectores diversos, incluso ha sido calificado como un ‘Big Brother’ del consumo al estilo del concebido por George Orwell. Algunas voces han afirmado que es un método invasivo que no respeta la privacitat y otros han expresado su temor a una influencia negativa sobre el consumo. El ejecutivo italiano ha rechazado las críticas y ha asegurado: «Si todo está en regla y legal, no hay nada de qué preocuparse».
