No son los 3.000 que se había dicho en un principio sino 2.500 los posibles despedidos por el macro-ERE de Catalunya Banc. La primera jornada de negociaciones entre dirección y trabajadores ha acabado con la propuesta de los primeros de dejar en la calle a unos 2.500 trabajadores con la indemnización mínima que fija la ley: 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades.
El macro-ERO es uno de los requisitos de Bruselas por el pago de unos 13.000 millones de rescate para la banca nacionalizada. La dirección de la empresa quiere reducir la plantilla de los 7.200 efectivos actuales a 4.700 y cerrar unas 450 oficinas, la mayoría en Catalunya. El plan de reestructuración no afectará trabajadores mayores de 55 años.
Las dos partes negocian si algunos ajustes para la plantilla, como la rebaja del sueldo, que podría ser de un 15%, la reducción de la jornada laboral o la movilidad geográfica podría incrementar las mensualidades de la indemnización de los despedidos. El de este martes ha sido el primero de una serie de encuentros entre dirección y trabajadores para mirar de ponerse de acuerdo con las condiciones del que será uno de los ERE más grandes de la historia de este país.
