Este fin de semana empieza la Liga de fútbol española. En un país sumido en una lacerante crisis económica sin precedentes en nuestra memoria y con unos datos de paro totalmente indecentes, el mundo del balón sigue impertérrito en su particular burbuja. Es cierto que los clubes han moderado sus presupuestos y han puesto freno a la enloquecida política de fichajes de años atrás, pero las cifras que mueve este circo siguen siendo realmente escandalosas y máxime cuando las entidades de la primera y segunda división arrastran unas deudas cuantificadas por el Centro Superior de Deportes (CSD) en 3.600 millones de euros, especialmente con Hacienda.
Mientras España se desangra socialmente, todavía mantenemos el pundonor de ser la primera potencia futbolística mundial. Así lo acreditan los títulos que ha conquistado la roja en los últimos años y el ranking internacional de clubes que se publica cada año. Por presupuesto y generación de recursos, el Real Madrid y a continuación el Barça encabezan la lista de los top ten. Les siguen entidades de la solera del Manchester United, el Bayern de Munich, el Chelsea, el Arsenal, el Manchester City, el AC Milan, el Liverpool y la Juventus de Turín. También aquí tenemos a algunos de los deportistas mejor pagados del mundo, según la lista Forbes: Cristiano Ronaldo, con unos ingresos de 43,5 millones de dólares en 2012, o Leo Messi, con 40,3 millones.
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