Una Diada más, Unió Democràtica de Catalunya -el socio de federación de Convergència- se divide entre quienes empujan hacia la independencia, y quienes frenan estas aspiraciones. En este último grupo destacan los líderes del partido, que cada año por estas fechas intentan diluir el lema de la manifestación que cada 11 de septiembre reclama la separación de España.
Este año no ha sido Duran y Lleida sino el secretario general de los democristianos y consejero de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, quién mandó una carta a la presidenta de la Asamblea Nacional de Catalunya, Carme Forcadell, para instarla, como organizadora de la marcha, a reconvertir la cadena humana por la independencia en un acto por el «derecho a decidir, que permita la unidad de todas las fuerzas catalanistas del país».
«Desde nuestro afán de sumar voluntades y a la vista del lema ‘Vía Catalana por la independencia’, bajo el cual se ha convocado la cadena humana de la Fiesta, querríamos pedirles que este admirable esfuerzo dirigido a hacer visible la voluntad del pueblo catalán para decidir su futuro fuera siempre presidido por la voluntad de sumar todas las adhesiones y todos los apoyos posibles», pide Pelegrí.
Forcadell no ha sido la única que, como ya hizo el año pasado cuando la dirección democristiana le pidió que la manifestación fuera por el pacto fiscal, ha rechazado la petición y ha asegurado que la cadena pedirá la autodeterminación de Catalunya.
Antoni Castellà, secretario de Universidades e Investigación de la Generalitat y miembro la dirección del partido también ha replicado, vía twitter, la misiva de Pelegrí. «La mayoría de Unió estaremos en la #ViaCatalana», ha respondido, para desmarcarse del consejero.
