Una treintena de personas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y el Capitalismo (PAHC) del Bages ha pasado la noche en la sucursal que el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) tiene en la carretera del Pont de Vilomara número 96 de Manresa. Piden la condonación de la deuda de 25.000 euros contraída por un manresano.
Detrás «la acción» de la PAHC Bages, la segunda en el Estado que conlleva pasar una noche a una oficina bancaria, está la historia de Badú, un senegalés que, después de vivir 14 años en Manresa, se quedó sin trabajo, puso su piso hipotecado en alquiler, y se fue a vivir un tiempo en casa de un familiar, en París.
Cuando volvió a la capital de la comarca de el Bages, la familia a quién había alquilado la vivienda se había marchado por no poder pagar las mensualidades, y se encontró que el banco había hecho la ejecución hipotecaria y se había quedado con su piso, además de calcularle una deuda de 117.000 euros.
Mientras Badú ha vivido estos últimos meses en casa de amigos, la Plataforma ha negociado la condonación de la deuda con la entidad. El BBVA ha accedido a una rebaja del 75% del montante pero, según explican de la Plataforma, Badú no genera ningún tipo de ingreso ni cobra la Renta Mínima de Inserción, motivo por el cual «es imposible», ha dicho uno de sus portavoces al Triangle, que el hombre pueda pagar la deuda.
La PAHC explica que las «acciones» que ejecutan con entidades bancarias suelen acabar con algún tipo de acuerdo antes de que cierre la oficina. Pero que en esta ocasión, las negociaciones con el director y el jefe de recuperaciones no han fructificado y, una treintena de personas ha pasado la noche, «con el agua cortada».
La treintena de activistas ha abandonado este miércoles por la mañana la sucursal, después de acordar con el banco una negociación por vía de urgencia. En 8 días, el Departamento de recuperaciones del BBVA les dirá si mantiene la deuda o la rebaja. La entidad, que primera hora de la mañana no había podido abrir las oficinas al público, les ha denunciado.
