Mariano Rajoy y su equipo de comunicación dilapidan la legitimidad democrática que otorgan las urnas (y en la cual se escudan siempre quienes mandan). No se trata de hacer caso a la erosión de los partidos de la oposición, ni a las voces del propio partido que piden transparencia, sino que hay que escuchar al electorado.
Las herramientas de que dispone el gobierno para sentir el latido de la ciudadanía son las encuestas, que hace meses que sitúan la clase dirigente entre los principales problemas de la sociedad justo detrás del paro y la economía, las redes sociales, hace semanas que el PP y Bárcenas son trending tópic, y la opinión de la prensa.
Pero en Génova se deben de pensar que twitter y facebook son cosas de la juventud o de frikis y que los diarios en verano sólo sirven para los pasatiempos.
Ante el inmovilismo y el silencio de Moncloa corresponde a los periodistas mover ficha para fiscalizar con criterio la actuación de los gobernantes. Pero resulta que Rajoy comparece y sólo se permite a los medios dos preguntas:
Y acusan al ‘ABC’ de pactar con Moncloa. Y el presidente lleva las respuestas escritas. Y resulta que son calcadas a las que ha dado el secretario de organización del PP un rato antes: «no al chantaje» y «tenemos una mayoría parlamentaría que nos legitima». Claro, se las debe haber pasado Floriano, quien por cierto, ha convocado a los medios tres cuartos de hora antes de protagonizar una rueda de prensa que ha durado 10 minutos. El secretario de organización tenía prisa por irse a Alicante.
Valía la pena ver la cara de los informadores que han ido hoy a Moncloa, primero por la ‘jugada’ entre el presidente y’ABC’, y segundo porque son conscientes que esta semana tampoco tendrán explicaciones sobre el caso Bárcenas, porque el PP ha vetado las preguntas al presidente en el pleno de esta semana en el Congreso.
Las únicas informaciones que se publicarán esta semana, aparte de lo que vaya filtrando Bárcenas, son las protestas de la oposición, que pide una moción de censura, y las manifestaciones ante la Delegación del Gobierno. Y mientras tanto, en la red triunfa la etiqueta #quesevayalamafia.
