Por una extraña jugada del destino, la aprobación por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) del plan de cuenca del río ha coincidido casi con la intervención de la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) ante la comisión de peticiones del Parlamento Europeo para denunciar como justamente se estaba elaborando la propuesta.
La comparecencia del portavoz de la entidad, Manolo Tomàs, conjuntamente con otros miembros de la plataforma estaba fijada en el calendario del Eurocámara desde hace meses, de acuerdo con la solicitud que la plataforma había hecho para explicar a las instancias comunitarias como se estaba desarrollando este proceso. No deja de ser significativo que Bruselas aceptara escuchar una entidad como la PDE sobre un proyecto que todavía no estaba aprobado. Sin duda, esta situación se tiene que atribuir al prestigio que la PDE logró ante los técnicos comunitarios durante el proceso de discusión del antiguo plan hidrológico español del Gobierno de José María Aznar.
Ahora la situación es diferente a la de la década pasada, pero probablemente la lucha sea la misma. Manolo Tomàs asegura que «el Parlamento Europeo ya está avisado» y a Madrid «le será mucho más difícil colar irregularidades». El portavoz de la plataforma asegura que el plan hidrológico del Ebro aprobado por CHE «es totalmente contrario a las directivas comunitarias del agua» y dice que «denunciaremos el Estado español ante la Comisión Europea por estos incumplimientos».
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