Al contrario de lo que pasa en España, la Federación Francesa de Fútbol (FFF), a instancias del gobierno del presidente Emmanuel Macron, ha decidido suspender definitivamente la liga de fútbol de este país a causa del coronavirus. El peligro de contagio de futbolistas, personal de los clubes y espectadores ha aconsejado adoptar esta medida contundente. De este modo, el PSG ha sido proclamado campeón anticipado de la competición.
Esta medida preventiva de la FFF ha tenido un efecto demoledor para el grupo Mediapro, que preside Jaume Roures. El año 2018, Mediapro compró el 80% de los derechos audiovisuales de la liga francesa por un importe de 800 millones de euros anuales durante las temporadas 2020-24. Además, este grupo audiovisual había previsto la puesta en marcha en Francia, este próximo mes de julio, de un canal especializado en fútbol, como el que tiene en España, que ahora queda en el aire por el descalabro provocado por la Covid-19.
Contrasta esta medida de prudencia de las autoridades políticas, sanitarias y deportivas francesas con la finalización de la liga, con la situación en España. Aquí, el “lobby” del fútbol, en el cual Mediapro juega un papel determinante, ha conseguido que la liga solo haya sido suspendida provisionalmente.
A partir del día 4 de mayo, los jugadores ya podrán empezar a entrenarse y, de acuerdo con el gobierno de Pedro Sánchez, la liga española podría retomar los partidos que faltan a comienzos del mes de junio. La presencia de espectadores estará prohibida, pero el negocio de los derechos audiovisuales –del cual tiene una parte Mediapro- podrá continuar rodando.
Hay que señalar que la pandemia de la Covid-19 ha golpeado con más furia –número de infectados y muertos- en España que en Francia. La decisión de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), avalada por el gobierno, de continuar la competición ha levantado fuertes críticas, ya que esto requerirá la realización de tests constantes a los jugadores, mientras la gran mayoría de la población española no tiene acceso.
