¿Qué pasa con las cuentas del Barça?

Josep Maria Bartomeu, presidente del Barça
Josep Maria Bartomeu, presidente del Barça

El FC Barcelona acaba de anunciar los peores resultados económicos de los últimos años por medio de un triste y poco convincente comunicado audiovisual protagonizado por el portavoz del club, que insiste repetidamente en el récord de ingresos de la temporada 2018-19 y en el hecho que desde el 2012 cada temporada se haya cerrado con unos beneficios que, acumulados, llegan a los 192 millones.

Sin embargo, ninguno de las voces más autorizadas y teóricamente responsables de estas gestas, como el vicepresidente económico Enric Tombas, el director general Òscar Grau o el director financiero Pancho Schroeder, han salido a dar a la cara y presumir ante la opinión pública de unos resultados tan excepcionales. No, porque no hay ninguna medalla que colgarse después de cerrar el ejercicio con el margen de beneficios más corto de este mismo periodo, de apenas 4,5 millones después de impuestos, rozando las pérdidas y admitiendo personas próximas a la contabilidad azulgrana que esta ha sido la liquidación contable más creativa desde que Ferran Soriano escondió pérdidas de más de 50 millones de euros en las cuentas del club en su época.

Hace sólo dos meses el seguimiento del presupuesto delataba unas pérdidas operativas de casi 50 millones, compensadas en parte con los 35 millones de la operación contable con el Valencia por Cillessen y Neto, los casi 10 millones que dejó la venta de André Gomas a Everton y unos pocos millones de traspasos de futbolistas de menor rango. Ha sido necesario vender por debajo del precio de mercado, presionado por el cierre de las cuentas el 30 de junio y comprando futbolistas como Neto que no figuraba entre las primeras preferencias de los técnicos.

Siendo cierto que los beneficios acumulados desde 2012 ascienden a 192 millones, no lo es menos que el ritmo de este aumento se ha frenado en seco desde que Sandro Rosell dejó la presidencia del club el invierno de 2014 y Bartomeu asumió, además del cargo, un cambio en los controles financieros y políticas económicas del club, mucho menos rigurosos. Así, de los 40 millones anuales obtenidos entre el 2012 y el 2014, la media de beneficios ha bajado desde entonces a los 14, es decir un 65% menos.

A falta de los detalles sobre la calidad de este récord de ingresos, el aumento de la facturación puede atribuirse en parte, unos 60 millones, a la inclusión de la gestión del negocio del Merchandising y el Licensing, hasta este año cedida a Nike. Con relación al presupuesto, que ya calculó un margen bajo de ganancias de 11 millones limpios, estos 4,5 sugieren que no han salido las cuentas como se esperaban.

Como conclusión, aunque se le intente dar la vuelta desde el club, las perspectivas económicas siguen apuntando un estado crítico, una rotura del equilibrio que lleva tiempo escondiéndose sobre la realidad de la deuda. La Junta sostiene ahora que la deuda del club no supera los 349 millones, que es el límite establecido por estatutos contra una mala praxis económica, cuando los expertos calculan que ya puede estar en los 1.000 millones. De hecho, con los estatutos en la mano, la junta de Bartomeu tendría que estar destituida a todos los efectos en aplicación del artículo 67.

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