El juzgado de primera instancia número 3 de Barcelona ha rechazado las medidas cautelares solicitadas por el PDECat para que Junts, la formación que lidera Carles Puigdemont, no pudiera emplear la marca Junts per Catalunya. El proceso sigue y el tribunal entrará en el fondo del asunto, pero por ahora desestima las medidas cautelares y Puigdemont y sus afines podrán seguir usando las siglas que, inicialmente, registró el PDECat como marca electoral para el 21-D.
La judicialización del pulso por las siglas envenenó las ya malogradas relaciones entre los afines a Puigdemont y la formación posconvergente. Al trascender la presentación de la demanda, desgarraron el carné del PDECat el expresidente, los consejeros encarcelados y todos los consejeros de Junts menos Àngels Chacón.
El PDECat registró Junts per Catalunya como partido instrumental el julio del 2018, después de haber concurrido bajo estas siglas a las elecciones catalanas del 2017. Casi dos años después, afines a Puigdemont tomaron el control del partido a la formación de David Bonvehí en una asamblea telemática celebrada el 27 de junio.
El PDECat llevó la maniobra a los tribunales por entender que la reunión en que se le arrebató la titularidad de las siglas fue irregular. Además, alega que en caso de desacuerdo con Puigdemont, habían acordado que ninguno de las dos partes pudiera emplear la denominación Junts per Catalunya.
Fuentes del partido de Bonvehí pero se muestran esperanzadas a ganar el juicio por la propiedad de la marca y remarcan que el tribunal se limita a rechazar la suspensión cautelar, sin entrar en el debate de fondo de la cuestión.
