Una operación extraña. La Generalitat, a través del Incasol, comprará por 120 millones de euros unos terrenos de La Caixa junto a Port Aventura y "en unidad de acto" los revenderá por la misma cantidad al grupo promotor Hard Rock Café, que tiene que construir un macrocasino.
Este proyecto arranca ahora hace 5 años cuando Artur Mas llegó con Sheldon Adelson de la mano para hacer casinos junto a Port Aventura. El lugar escogido sería el terreno propiedad de La Caixa. Pero Adelson se retiró dejando en ridículo a Mas y apostando por el Madrid de Esperanza Aguirre (también la dejó en ridículo a ella) y entonces entró en juego otro especulador, Enrique Bañuelos. Finalmente, ninguno de los dos proyectos anunciados a bombo y platillo por Mas salieron adelante. Eso sí, el Gobierno de la Generalitat dio todas las facilidades rebajando impuestos al juego o bien poniéndose a disposición de hacer planes urbanísticos a medida.
Finalmente, Hard Rock mostró su interés al construir un macrocomplejo con hoteles y casinos en forma de guitarra. Pero era necesario hacer un plan director urbanístico, que es el que ahora ha acabado la Generalitat.
El diputado de Común-Podemos David Cid denunció desde el Parlamento la operación, de la cual sólo saldría beneficada La Caixa. "No se entiende porque la Generalitat tiene que comprar unos terrenos para venderlos al inversor por la misma cantidad", explica Cid.
El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, defiende la operación y asegura que la Generalitat no invertirá "ni un duro". "Es muy sencillo, nosotros compramos y en unidad de acto lo vendemos por la misma cantidad", explica. Incluso el presidente de la Generalitat, Quim Torra ha esgrimido un presunto estudio de la Universitat Rovira i Virgili por el cual se crearán 12.000 puestos de trabajo sólo en la construcción del macrocomplejo de ocio. "No se invertirá dinero público", afirma el Gobierno de la Generalitat. No obstante, primero tendrán que pagar los 120 millones a La Caixa para después cobrarlos, con riesgo de una retirada de última hora de los propietarios de Hard Rock. Esta empresa ha anunciado una inversión de 2.000 millones de euros. Este grupo norteamericano se impuso ante las otras dos opciones, el grupo Peralada (que controla los casinos catalanes) y Melco, los cuales también habían mostrado su interés.
