La Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) firmó en 2019 contratos por valor de cerca de 6 millones de euros con los grupos audiovisuales Lavinia y Mediapro para que se hicieran cargo de los servicios técnicos de las corresponsalies de TV3 y Catalunya Ràdio en el extranjero. En total, los tres contratos firmados con el grupo Lavinia suman 3.158.990 euros, y los tres firmados con Mediapro representan un gasto de 1.771.000 euros. La CCMA también contrató la empresa Westminster Live Limited para suministrar servicios a la delegación de Londres por un valor de 804.000 euros. En total, por lo tanto, los contratos por adjudicación de bienes y servicios a las corresponsalies extranjeras de TV3 y Catalunya Ràdio, etiquetados como "Servicio integral de producción", costaron el año pasado 5.733.990 euros.
La corresponsalia que resultó más cara el año pasado fue la de Londres. El 29 de mayo, la CCMA firmó un contrato con Mediapro Audiovisual UK Ltd para ofrecer estos servicios durante seis meses. Los gastos de este contrato se valoraron en 115.000 euros. El 4 de noviembre pasado las dos entidades firmaron un nuevo contrato, en este caso por un total de 896.000 euros, que ampliaba durante cuatro años el compromiso de Mediapro Audiovisual UK de garantizar los servicios técnicos que necesite el actual corresponsal en Londres de la CCMA, Sergi Mulero, para llevar a cabo su trabajo.
A esta cantidad hay que añadir los 804.000 euros concedidos en Westminster Live Limited, el 18 de febrero, para hacer la misma función. El coste de la delegación de Londres se ha encarecido mucho en los últimos años. Hace tres años, Imagina, de la cual también forma parte Mediapro, cobró 594.000 euros para ofrecer bienes y servicios a la corresponsalia británica durante tres años. El 2019, esta partida se ha triplicado y se ha ensartado hasta los 1.815.000 euros. Otra empresa del grupo Mediapro ha obtenido un contrato jugoso para hacer frente a las necesidades técnicas de producción de una corresponsalia de TV3 y Catalunya Ràdio. El 29 de abril pasado, la CCMA se comprometió a pagar 760.000 euros a Servicios Audiovisuales Overon para realizar la misma función a la delegación de Moscú: apoyar al trabajo del periodista Manuel Alias.
El grupo audiovisual que se ha situado mejor en este ámbito los últimos años, pero, es Lavínia. Y lo ha hecho a través de las empresas Alice Production y New Media Audiovisual. La web de transparencia de la CCMA sólo recoge datos a partir de 2016, y allá figuran los contratos firmados por estas empresas del grupo Lavínia para suministrar servicios a las corresponsalies de Washington, Bruselas, Berlín, París, Pekín y Beirut. El más elevado es el que remunera los trabajos que tiene que hacer Alice Production para las delegaciones de TV3 y Catalunya Ràdio los próximos cuatro años. El contrato lleva fecha del 3 de octubre pasado y supera el millón de euros (1.035.990 euros). Una cifra muy superior a la que la CCMA había pagado en contratos anteriores. El 27 de junio de 2017 firmó un contrato con Mediaproduccion SLU (Mediapro) para suministrar servicios durante seis meses por 61.236 euros, y el 21 de septiembre firmó otro, de una duración de dos años y tres meses, con New Media Audiovisual por valor de 414.900 euros. Lo que en 2017 costaba menos de medio millón por tres años ahora costará más de un millón por cuatro años
Los otros servicios para las corresponsalies en el extranjero que contrató el año pasado la corporación que preside Núria Llorach son los de Alice Production en Bruselas, París y Berlín. El primero es lo más barato, puesto que costó 596.000 euros. El de Berlín subió hasta 764.000 euros, y el de París, mil euros menos, 763.000. Los tres contratos tienen una duración de cuatro años. En dos ocasiones, un grupo audiovisual le ha quitado el caramelo de uno de estos contratos a su rival. Así, los servicios de la delegación de TV3 y Catalunya Ràdio en París los suministró Mediapro hasta el año pasado, y ahora lo hace Lavinia, mientras que en Moscú ha pasado al revés. En cualquier caso, esta es una guerra comercial en la cual sólo participan dos pesos pesados del mundo audiovisual: Jaume Roures (Mediapro) y Toni Esteve (Lavinia). Una guerra que, según los que la viven de cerca, no es nada amistosa.
