Aplazado el desalojo de L’Analògica, el espacio popular y autogestionado del Guinardó

El vecindario critica la especulación inmobiliaria y defiende el uso social del edificio, que promueve actividades comunitarias

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Concentración pacífica delante de L'Analògica en el Guinardó de Barcelona (Foto: Mireia Márquez)

«L’Analògica se queda en el Guinardó» ha sido el clamor más escuchado este viernes, ante la previsión de desalojo del espacio popular situado en la calle Torre Vélez, 33, del barrio del Guinardó de Barcelona. Cerca de un centenar de personas se han concentrado pacíficamente desde primera hora de la mañana para tratar de impedir el lanzamiento, el cual, finalmente, se ha aplazado hasta el 21 de enero.

Según ha explicado la procuradora presente en el lugar de los hechos a EL TRIANGLE, el motivo de que el desalojo se haya retrasado es que los trámites para pedir la presencia de los antidisturbios de los Mossos d’Esquadra (gestión que debe hacer la propiedad) no se ha hecho con la antelación suficiente ni dentro de los plazos que establece la ley. No obstante, según miembros de L’Analògica, el motivo es que el juzgado que lleva el caso no ha aceptado la presencia de los antidisturbios, «porque se debe demostrar previamente que hay un peligro para la seguridad de las personas».

L’Analògica nació hace cuatro años. El inmueble, que era propiedad del BBVA, hacía tiempo que estaba en desuso y vecinos y vecinas del Guinardó lo «liberaron» para destinarlo a actividades para el barrio. La importancia de este espacio autogestionado radica en que promueve la vida del barrio. De hecho, se realizan muchas actividades comunitarias, como un club de lectura y un gimnasio popular que acoge a mucha gente para promover actividades de salud, y también es sede de varias entidades sociales que se organizan en el barrio, como la Xarxa d’Habitatge d’Horta-Guinardó, el colectivo feminista Guineus y otras entidades políticas.

«L’Analògica es un espacio que se ha liberado del BBVA y también recientemente de Okuant, y lo que no queremos permitir es que sea un espacio con el que se especule., que es la problemática que estamos viendo en todo el mundo, y estamos defendiendo el espacio para que se mantenga como lo que es, un espacio para las vecinas», explican miembros de L’Analògica, que lamentan que los barrios se están quedando sin espacios de reunión vecinal para fomentar una vida de barrio.

«L’Analògica es uno de esos bastiones que permiten y que están pensados para esto: para que sean populares, abiertos a todos y para que se puedan hacer otras actividades para fomentar la vida de barrio. Cada vez nos vemos más expulsadas y forzadas a irnos justamente por la lógica capitalista en la que vivimos, y L’Analògica quiere hacer perdurar el barrio«, indican.

«Viva L’Analògica, viva la clase trabajadora y el movimiento popular organizado, y viva el Guinardó», han clamado miembros y simpatizantes del espacio popular al conocer que el desalojo se ha aplazado.

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