El síndic de greuges de Barcelona, David Bondia, ha alertado este martes de la saturación de los servicios de atención a víctimas de violencias sexuales y ha instado al Ayuntamiento no solo a reforzarlos, sino también a «aclarar» el circuito de atención en la ciudad.
La sindicatura se ha pronunciado en estos términos tras analizar los servicios de la red y concluir que hacen falta mejoras y más recursos, en el informe Los servicios de atención a las violencias sexuales en la ciudad de Barcelona, presentado este martes. Este trabajo, basado en una encuesta respondida por un centenar de profesionales de la red, refleja la detección de tiempos «excesivos» desde el primer contacto hasta que comienza la actuación, con una media de 3,3 meses de espera, así como de «carencias importantes» en servicios residenciales.
Necesidad de crecimiento
El aumento de denuncias y de demandas de atención ha saturado unos servicios que no han crecido al mismo ritmo. Aparte de la desvinculación de una de cada tres personas atendidas, se han detectado estancias demasiado largas en los recursos de acogida, tanto de urgencia como no urgentes, por falta de alternativas residenciales adecuadas. Al mismo tiempo hay déficits para atender a mujeres con consumos activos, problemas graves de salud mental, discapacidad o animales de compañía.
Circuito poco claro
El informe reconoce mejoras y el incremento de plazas, pero destaca una entrada en el circuito poco clara en los casos de violencias sexuales no recientes y la falta de servicios especializados en el tratamiento del trauma a medio y largo plazo. Esta indefinición hace que las víctimas pasen por diversos recursos antes de encontrar el adecuado, con una media de 2,17 servicios visitados y, en algunos casos, más de diez, lo que puede dar lugar a una victimización secundaria.
Pocos y precarios
Finalmente, la sindicatura ha alertado de la falta de personal y de la precariedad laboral, especialmente en los servicios sociales, donde hay una elevada inestabilidad de los equipos. Ante el aumento sostenido de los casos, el síndico reclama dotar a los servicios de más recursos humanos y mejores condiciones laborales. También propone estudiar la creación de categorías profesionales específicas para garantizar la especialización en la atención a las violencias sexuales.














