El sector porcino ha anunciado que la próxima semana comenzarán a sacrificar los 30.000 animales de las granjas cercanas al foco de peste porcina africana (PPA). Según la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) y la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), los animales «son perfectamente comerciales, están todos analizados y todos están libres de enfermedades» y han calificado las medidas de «relevantes y bien coordinadas».
El secretario general de Asaja, Francesc Salvà, ha destacado que la carne de los animales dentro del radio de 20 km es «carne buena» y que ya se ha encontrado un matadero para gestionarla. Por su parte, el representante de la FCAC, Emili Nebot, ha subrayado que hay «urgencia» para sacrificar a todos los cerdos de la zona, con la «prioridad principal» de contener el foco y evitar la propagación en otras granjas.
Los representantes del sector han evitado especular sobre el origen del virus, recordando que el Gobierno de España ha abierto una investigación complementaria, tras detectar que el virus en Cerdanyola es «muy similar» al que se utiliza en «infecciones experimentales» en laboratorios. Paralelamente, el Gobierno catalán ha celebrado varias reuniones de seguimiento, con la presencia del presidente Salvador Illa, los consellers Albert Dalmau, Òscar Ordeig, Núria Montserrat y Núria Parlon, acompañados de científicos expertos y representantes del mundo local.















