A comienzos del invierno, los Días de la Constitución de China (4 de diciembre) y de España (6 de diciembre) llegan puntualmente. La elaboración y la implementación de la Constitución son signos del progreso de la civilización humana y un pilar fundamental para que la sociedad avance hacia la modernización. Dos países con tradición jurídica y profunda herencia cultural muestran, una vez más, su compromiso compartido con el espíritu del Estado de derecho en esta coincidencia en las fechas.
Recientemente, fui invitada a la conmemoración en la actividad del Día de la Constitución española, y en mis conversaciones con los asistentes, muchos mostraron un gran interés por la Constitución y el desarrollo del Estado de derecho en China, sobre lo cual quisiera hacer una breve presentación.
La Constitución de China es la Constitución del pueblo y tiene un significado pionero en la historia del sistema constitucional mundial. Desde la época moderna, el pueblo chino buscaba arduamente un camino para cambiar el futuro de la nación china. Algunas fuerzas políticas intentaron reformar el sistema feudal y autocrático de aquel entonces siguiendo modelos de sistemas políticos occidentales, pero todos esos intentos fracasaron.
Tras ascender a la escena histórica de China, el Partido Comunista de China (PCCh), mediante arduas exploraciones y prácticas, logró elaborar e implementar en el país una Constitución con características claramente socialistas, una auténtica Constitución del pueblo. Ello ha proporcionado una garantía institucional para que el pueblo ejerza la soberanía, ha obtenido el más amplio respaldo y adhesión populares, ha sentado una base sólida para todo el progreso y desarrollo de China, y ha aportado la sabiduría y la solución chinas al avance de la civilización jurídica de la humanidad.
El PCCh es un partido que trabaja por la felicidad del pueblo chino y la revitalización de la nación china, y también por el progreso de la humanidad y la armonía universal. La Constitución china sigue esta misma tradición, manteniendo una visión global, respetando la diversidad de las civilizaciones del mundo y defendiendo la igualdad, el aprendizaje mutuo, el diálogo y la inclusión entre civilizaciones. Asimismo, promueve los valores universales compartidos por toda la humanidad: la paz, el desarrollo, la equidad, la justicia, la democracia y la libertad.
La Constitución de China es una Constitución que avanza con los tiempos. “La ley no tiene distinción entre antiguo y moderno; lo esencial es que responda a las necesidades de su tiempo y garantice el bienestar del pueblo”. Desde la promulgación de la primera Constitución en 1954, la Constitución china ha estado en un proceso continuo de exploración, práctica y perfeccionamiento. La Constitución vigente, promulgada en 1982, ha sido enmendada en cinco ocasiones. A través de estas reformas, la Constitución se mantiene al ritmo de los tiempos, reflejando de manera oportuna los avances históricos de las diversas causas emprendidas por el PCCh y el pueblo, así como los logros del desarrollo del camino, la teoría, el sistema y la cultura del socialismo con características chinas. Esto ha proporcionado una garantía legal fundamental para la reforma y apertura, así como para la construcción de la modernización socialista.
La base del Estado de derecho reside en el pueblo. Bajo la orientación del pensamiento de Xi Jinping sobre el Estado de derecho, China se mantiene firme en absorber las opiniones del pueblo y responder a sus necesidades. De esta manera, motiva plenamente la iniciativa, la creatividad y la participación de todos los ciudadanos en la construcción de la modernización china. Se aprovecha plenamente el papel esencial del Estado de derecho para consolidar los fundamentos, estabilizar las expectativas y favorecer un desarrollo sostenido a largo plazo. Las valiosas opiniones y la sabiduría del pueblo se transforman en normas legales que impulsan el desarrollo del país, y los ciudadanos, como verdaderos dueños del Estado, participan ampliamente en los asuntos nacionales, haciendo que el espíritu de la Constitución arraigue profundamente en la conciencia popular.
“Las leyes constituyen el comienzo para la administración de un país”. La construcción de la democracia y del Estado de derecho socialistas constituye la garantía sólida de los dos grandes milagros de China: el rápido desarrollo económico y la estabilidad social a largo plazo, fenómenos poco comunes en el mundo. China se mantiene firme en promover un gobierno integral basado en la ley y en desarrollar la democracia de todo el proceso. Respetar y salvaguardar la Constitución, promover su espíritu y reunir fuerzas jurídicas son elementos esenciales para impulsar la modernización china.
En los últimos cinco años, pese al notable incremento de los impactos externos, la economía china ha mantenido un crecimiento medio cercano al 5,5 %, y su contribución al crecimiento económico mundial se ha estabilizado en torno al 30 %. China ha logrado preservar una sociedad armoniosa y estable y garantizar la vida segura y tranquila de su pueblo, siendo ampliamente reconocida por la comunidad internacional como uno de los países más seguros del mundo.
En octubre de 2025, el IV Sesión Plenaria del XX Comité Central del PCCh aprobó las recomendaciones del XV Plan Quinquenal, trazando el plan maestro para el desarrollo del país en los próximos cinco años. Entre los objetivos principales del desarrollo económico y social se incluye alcanzar un nivel más alto en la construcción del Estado de derecho socialista.
El Estado de derecho es una garantía fundamental de la modernización china. El presidente Xi Jinping ha subrayado: “El Estado de derecho avanza junto con la apertura; a medida que se impulsa la apertura hacia el exterior, también se debe fortalecer la construcción del Estado de derecho en materia de asuntos exteriores”. El Estado de derecho constituye el mejor entorno para los negocios. China se esfuerza por perfeccionar un sistema normativo relacionado con los asuntos exteriores que sea abierto y transparente, fortalecer la protección de la propiedad intelectual y salvaguardar los derechos legítimos de las empresas extranjeras. Asimismo, integra de manera coordinada normas nacionales e internacionales para crear un entorno empresarial de primer nivel, orientado al mercado, regido por la ley y con visión internacional. China continuará impulsando reformas en mayor profundidad y un desarrollo de alta calidad mediante una apertura exterior de alto nivel, aportando así más estabilidad y certidumbre a la economía mundial.
Los que comparten ideales no consideran lejanas las montañas y los mares. China y España, al rendir homenaje conjuntamente al Estado de derecho con motivo de sus Días de la Constitución, comparten la visión de “proteger el orden mediante la ley, promover el desarrollo mediante la ley y beneficiar a la sociedad mediante la ley”, generando una fuerte resonancia en la gobernanza nacional. De cara al futuro, China y España trabajarán juntos para forjar de la mano una Asociación Estratégica Integral con mayor determinación estratégica, mayor dinamismo de desarrollo y mayor influencia internacional, aportando más sabiduría y fuerza a la construcción de un sistema de gobernanza global más justo y equitativo.











