¿Por qué los medios apenas hablan de las presuntas estafas de Laporta?

Bluesky
Joan Laporta (FC Barcelona)

Estos son días de un enorme trajín mediático que, con el tiempo y la proximidad de las elecciones del FC Barcelona, tenderá a complicarse y a provocar un peligroso estado de confusión, así como un cruce diario de noticias contradictorias, manipuladas y muchas veces sin fundamento. Esta ha sido una semana de locos.

El lunes, Joan Laporta contraprogramó la nueva versión -la enésima- de la plataforma de Víctor Font con la licencia de primera ocupación para poder, finalmente, reabrir el Spotify, una novedad agridulce recibida por los socios con el preaviso de que los abonos del futuro serán inasequibles.

Font, por su parte, entristeció y aburrió aún más a sus propios fieles, además de provocarles una especie de depresión inesperada por la presencia de Xavi Hernández, personaje de dudoso carisma electoral tras su paso por el banquillo, pues nadie le va a recordar, al contrario, que le dio la alternativa a Cubarsí, Lamine Yamal y Fermín, del mismo modo que no interesa recordar que Ronald Koeman le dio el espaldarazo a Pedri, Araujo y Gavi.

Tampoco es que los debates y las tertulias barcelonistas le dedicasen demasiada atención, con muy escasas excepciones (TV3 pasa del tema), a la noticia de que la Fiscalía había resucitado otra querella por estafa -la cuarta en marcha- contra Joan Laporta, esta vez también contra toda la banda del Reus, Rafael Yuste, Joan Oliver y Xavier Sala-i-Martin. Todos ellos investigados por haber avalado con su prestigio, nombre y reputación inversiones imposibles a través del filial chino del Reus, que resultaron ser desde el principio un callejón sin salida.

Que el presidente del FC Barcelona figure en cuatro querellas como imputado por estafa debería ser, cuando menos, algo más que un pie de página o diez segundos de radio, si otros directivos y presidentes han abierto telediarios nacionales por imputaciones tan graves como fichar a Neymar o enviar tuits, por ahora sin haberse demostrado, más allá de haber sido víctimas de una cacería desde las cloacas del Estado y de las de Cataluña.

El periodista que más ha investigado y puesto foco sobre las muchas irregularidades cometidas por Laporta y su banda en el Reus, hasta hacerlo desaparecer, Andreu Reuet, ha aportado otras novedades, como que a raíz de su documental El caso Reus 2: Laporta Gate varios de los presuntos estafados se han atrevido a dar el paso de presentar la querella, y otros, por ser conocidos, no lo han hecho para no aparecer como los incautos que, por ambición y sin recabar los informes financieros pertinentes sobre la figura de Laporta, se dejaron embaucar. Andreu Reuet ha manifestado que la magnitud del dinero reclamado ante los tribunales puede alcanzar los 10 millones. Es curioso: 10 millones fueron la mordida que Laporta sacó de los negocios con Uzbekistán en su primer mandato.

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