La militancia de Junts per Catalunya ha avalado de manera rotunda la propuesta de la dirección del partido de romper el acuerdo con el PSOE. En la consulta interna, el 87 % de los votos emitidos han sido favorables a la ruptura, mientras que un 10 % se han opuesto y cerca de un 3 % han votado en blanco.
La votación, que se ha realizado de manera telemática y abierta a más de seis mil militantes, ha tenido una participación del 66 %, una cifra que el partido considera «muy significativa» y que refuerza la legitimidad de la decisión adoptada.
La pregunta planteada a la militancia era si estaban de acuerdo con la propuesta de la dirección ejecutiva de dar por terminado el acuerdo de investidura con el PSOE «a raíz de sus incumplimientos». Según fuentes del partido, los resultados muestran «una clara unidad de criterio» dentro de la formación y un apoyo amplio a la línea defendida por Carles Puigdemont.
El líder de Junts, que hizo su declaración desde Perpiñán, afirmó que «un pacto que no se ejecuta es un acuerdo roto«, e insistió en que el PSOE «no ha cumplido los compromisos adquiridos con Cataluña». Con la decisión de este jueves, Junts da por terminada la colaboración con el gobierno español que había permitido la investidura de Pedro Sánchez y la aprobación de varios proyectos legislativos.
Nuevo rumbo estratégico en el Congreso
Tras el resultado de la consulta, la dirección de Junts ha anunciado que el partido asumirá un papel de oposición activa, aunque no descarta dar apoyo puntual a iniciativas que considere beneficiosas para Cataluña. Fuentes internas apuntan que se mantendrá una actitud «dialogante, pero sin dependencias», y que el grupo parlamentario actuará «con plena libertad de voto».
La ruptura con el PSOE abre una nueva etapa en la política catalana y estatal. Junts reivindica que su fuerza en Madrid seguirá siendo determinante, pero ahora desde una posición de mayor autonomía y con el objetivo de reforzar el proyecto soberanista.
Con esta decisión, el partido de Puigdemont pretende «recuperar la coherencia» con su compromiso electoral y marcar distancias con un gobierno que, según aseguran, «ha priorizado su estabilidad a costa de los intereses de Cataluña».
