Al vestuario del Barça empieza a pasarle factura el despropósito en que se ha convertido la gestión directiva, como si ese caos laportista que domina enteramente el gobierno del club desde hace ya demasiados meses hubiera traspasado inevitablemente esa barrera que hasta ahora parecía aislar al equipo ahora entrenado por Hansi Flick y liderado por la estrella emergente de Lamine Yamal.
Aunque se sabe que el entrenador alemán ha acumulado un fuerte malestar desde el primer minuto de la pretemporada -por razones obvias, como la funesta organización de la gira para empezar-, ha sido uno de los futbolistas más respetado y profesional del equipo, Robert Lewandowski, quien ha señalado directamente a ese descontrol vivido en el viaje a Japón y Corea como el causante de una lesión que le ha impedido debutar esta temporada oficialmente hasta la cuarta jornada.
En una entrevista concedida al británico The Times, el delantero polaco desveló que hubo «demasiados viajes y autobuses» durante la gira de pretemporada y sufrió problemas de descanso por dormir en una «cama poco fiable». De acuerdo con su relato, ambas circunstancias le afectaron «los nervios» de su pierna que finalmente le causaron unas molestias musculares en el bíceps femoral del muslo izquierdo. Lewandowski no se ha mordido la lengua a la hora de justificar su lesión, sobre todo porque había dado pie a especular con un bajón de rendimiento relacionado directamente con su edad, 36 años, y con una presunta oferta millonaria de Arabia Saudita que habría rechazado.
A los cambios improvisados en los desplazamientos de la gira hay que añadir el impacto psicológico en el grupo y en el estado nervioso del propio entrenador por la incertidumbre de las inscripciones. Sin duda está dolido y molesto por una situación perfectamente evitable que, además, convirtió la lesión de Ter Stegen en una guerra abierta entre el jugador y la directiva, que le abrió un expediente y le retiró la capitanía como medida de presión para que aceptase firmar la conformidad de un informe médico de baja de larga duración (cuatro semanas) porque esa era la única forma de generar fair play financiero para que Joan Garcia pudiera tener licencia y debutar en la primera jornada de Liga.
La otra circunstancia, más desbordante aún a nivel mediático sobre el anunciado y esperado regreso a Les Corts, la ha protagonizado otro fiasco directivo sin precedentes que ha marcado el mes de agosto y medio septiembre, al punto que hasta el martes pasado el equipo no supo dónde iba a debutar en casa, si en el Spotify o en el Johan Cruyff, debido a que Montjuic no estaba disponible por la celebración de un concierto.
El talante del propio Hansi Flick, perceptiblemente afectado por la suma de problemas que él no puede resolver y que Laporta debió haber afrontado y resuelto a tiempo de evitar que entraran de lleno en el vestuario, ha revelado un cambio respecto a la solidez e impermeabilidad del grupo exhibida el año pasado.
Fuentes próximas al fortín en que se ha convertido el cuartel general azulgrana en Sant Joan Despí aseguraban que el cabreo de Hansi Flick al enterarse de la lesión de Lamine Yamal fue mayúsculo, entre otros motivos, porque tampoco está claro que toda la logística de cobertura y protección de los internacionales a lo largo de las jornadas FIFA haya funcionado correctamente. La lesión de Lamine Yamal traerá cola si alguien más sale a alimentar el fuego cruzado entre Barça y Real Federación Española de Fútbol (RFEF) porque las versiones no cuadran. Desde la RFEF insisten en que nadie del Barça advirtió de posibles molestias del jugador y desde Barcelona, TV3 emitió imágenes de los dos entrenamientos previos de Lamine Yamal con aparente normalidad con el grupo a su regreso de la selección y la grabación de un anuncio para una marca comercial del jugador en el campo del Europa en su día de descanso.
La suerte para Hansi Flick es que hay tiempo para ir afinando el funcionamiento del entorno del equipo en las semanas siguientes siempre que la directiva se ponga las pilas y sea capaz, por lo menos, de no generarle al equipo más adversidades de las que debe afrontar en el ámbito deportivo.
