El Gobierno de la Generalidad pone en marcha el Pacto Nacional para la Industria 2026-30. Este nuevo Pacto pretende sentar las bases para la prosperidad y la competitividad sostenible e incorporar las últimas tendencias en política industrial, con el objetivo final de hacer efectiva una reindustrialización verde y digital, competitiva y resiliente.
Los objetivos del PNI 2026-2030 se basan en las tres grandes misiones que Mario Draghi propone en su informe sobre la competitividad de la Unión Europea. Así, se quiere aumentar la productividad de la industria catalana para reducir la brecha en tecnologías clave, de manera que la competitividad se sustente en la capacidad de exportar productos sofisticados; se quiere aprovechar las oportunidades del proceso de descarbonización global en curso para conseguir los objetivos fijados en el Pacto Verde Europeo y hacer un cambio hacia un modelo de producción y consumo más sostenible y, en tercer lugar, se quiere hacer una industria más resiliente y garantizar el suministro de materias primas, de energía y tecnologías limpias, y aumentar su seguridad.
Con el objetivo de concretar este acuerdo y aplicar una visión a largo plazo que permita alcanzar la transformación de la industria en Cataluña, la voluntad del Gobierno catalán es buscar un consenso amplio con las fuerzas políticas, los agentes económicos y sociales y otros agentes implicados.
En este sentido, para el desarrollo del Pacto se atribuye a la comisión ejecutiva permanente del Consejo Catalán de la Empresa su gobernanza, así como el seguimiento de su ejecución. El plenario del Consejo Catalán de la Empresa será el instrumento de participación y validación de las propuestas que surjan de los diferentes grupos de trabajo.
Grupos de trabajo
Se crearán cinco grupos de trabajo que incluirán representantes de la Generalitat, de los agentes económicos y sociales, de instituciones, de entidades y de personas expertas en los diferentes ámbitos. El trabajo con las diferentes fuerzas políticas se realizará en el marco de la Comisión de Empresa y Trabajo del Parlamento.
El documento final del Pacto deberá definir un número reducido de actuaciones que sean transformadoras y que tengan una dotación presupuestaria adecuada, de cara a que la industria catalana pueda dar un salto significativo en la consecución de las tres misiones propuestas. También deberá incluir el calendario, un compromiso de los recursos para cada uno de los años de vigencia y los indicadores necesarios para hacer una evaluación correcta.
Actualmente, la industria representa el 13,5% de la economía catalana en términos de empleo (según los datos de afiliados a la Seguridad Social), el 18,6% del valor añadido bruto (VAB), y más del 50% del VAB si se consideran los servicios a la producción.
Retos
La industria contribuye en gran medida a la productividad agregada y a la competitividad de la economía catalana, además de crear empleo de calidad, ser una fuente de progreso tecnológico y reducir las desigualdades de renta.
Con estos retos, las actuaciones del nuevo Pacto se estructurarán en los siguientes cinco ámbitos temáticos. El primero es la sostenibilidad y energía: para alcanzar los objetivos fijados en el Pacto Verde Europeo, es necesario descarbonizar la economía y reducir los costes energéticos. Hay que apostar por desarrollar procesos y productos más sostenibles, invertir en tecnologías limpias y energías renovables, valorizar los residuos, utilizar los subproductos y mantener el valor de los recursos durante más tiempo.
El segundo es el empleo de calidad: dar un mayor impulso a la formación profesionalizadora, al aprendizaje permanente y a la retención de capacidades, incorporando más talento femenino en la industria. Mejorar las condiciones de trabajo para conseguir un empleo industrial de calidad.
El tercer ámbito es la innovación y competitividad: pulsarla tecnología en el centro de la priorización de actuaciones, fomentar la autonomía productiva, apostar por los nuevos modelos de negocio en la industria, incrementar la dimensión empresarial para aumentar la productividad industrial y facilitar la financiación de la actividad.
En cuanto al cuarto ámbito, se trata de las infraestructuras y suelo industrial: favorecer la dotación de infraestructuras -de transporte de mercancías, logísticas, digitales y energéticas- necesarias para incrementar la competitividad de la industria catalana y garantizar la sostenibilidad en el territorio. Poner el énfasis en los polígonos industriales y en la creación o el reciclaje de suelo industrial.
Finalmente, el quinto ámbito es el eje transversal: coordinar las políticas que tienen un impacto en la industria, reducir la carga administrativa que afecta a las empresas, facilitar y agilizar la actividad económica, impulsar la compra pública verde e innovadora, y mejorar la coordinación con el resto de administraciones públicas.















