La Iglesia catalana planta cara al líder de Vox, Santiago Abascal, tras la moción de Jumella, en Murcia, que prohíbe el uso de instalaciones deportivas para usos religiosos. La iniciativa provenía del partido de extrema derecha, que había puesto el foco en la celebración de la Fiesta del Cordero musulmana.
En una entrevista en El mañana de Catalunya Ràdio, el arzobispo de Tarragona y presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense, Joan Planelles, asegura que la cuestión de fondo es la inmigración y la criminalización de las personas que tienen que marcharse de su casa, forzadas por las guerras y el hambre, en lugar de las circunstancias que les obligan a buscar un futuro mejor en Europa.
Por ello, avisa a los creyentes de que, de acuerdo con la doctrina de la Iglesia, de los Evangelios al Concilio Vaticano II, no se puede discriminar a nadie por el hecho de venir de fuera. «Un xenófobo no puede ser un verdadero cristiano, hay que decirlo con toda la contundencia», añade.
Unidad de la Iglesia española
Planellas asegura que, en este tema, «no hay ninguna fisura» con la Conferencia Episcopal Española. Hace unos días, la Iglesia española salió en defensa de la comunidad musulmana y denunció que no se pueden poner límites a la libertad religiosa, reconocida en la Constitución.
Esto provocó una respuesta iracundo de Abascal, que cargó contra los obispos y se preguntó si este posicionamiento respondía a los «ingresos públicos» que reciben o «a los casos de pederastia que los tienen amordazados».
