El exconsejero y exeurodiputado de Junts Toni Comín, apartado del escaparate independentista entre acusaciones de irregularidades en el Consell de la República, se ha hecho eco de que 30 personalidades israelíes hayan reclamado imponer sanciones drásticas a Israel, a cuyo gobierno acusan de matar de hambre a los habitantes de Gaza.
A diferencia de Comín, que se ha limitado a difundir una información de El País en la red social X, ni el expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, ni una columnista tan mediática y cercana a Puigdemont como es Pilar Rahola, conocida por su apoyo público a Israel, se han pronunciado sobre la noticia. Tampoco se ha referido a ella Josep Lluís Alay, jefe de la oficina de expresidente de Puigdemont.
El conflicto de Israel y Palestina es un tema divisivo entre los independentistas, como han evidenciado no solo las posiciones de ERC y la CUP, favorables a Palestina, y del espacio político heredero de Convergència, históricamente decantado hacia Israel, sino también las agresivas discusiones entre sus opinadores en las redes.
Entre ellas han destacado los insultos entre el exdiputado de la CUP Antonio Baños y Rahola, defendida por el politólogo Ramón Cotarelo, o entre el exdiputado de Podemos Pablo Echenique y la misma columnista.