El Juzgado de Instrucción número 3 de Terrassa ha enviado a juicio al padre y a los hermanos de las chicas de la localidad barcelonesa que fueron asesinadas por familiares en 2022, por negarse a aceptar un matrimonio forzoso.
El asesinato, sin embargo, no se podrá juzgar, ya que se cometió en Pakistán, donde un tribunal juzgó hasta un total de seis detenidos por estos hechos, entre los que se encuentran los dos hermanos, que acabaron absueltos porque recibieron «el perdón» de la familia.
El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Terrassa, Sergi Casares, les hará sentarse a ambos nuevamente en el banquillo de los acusados, ahora junto con el padre, por la presunta comisión de un delito de trata de seres humanos con finalidad de matrimonio forzoso, por maltrato habitual y por coacciones. El padre también está siendo investigado por la Audiencia Nacional por haber ordenado el asesinato.
Una de las víctimas, sometida al control del padre, tenía prohibido relacionarse con personas que no fueran de «el ámbito estrictamente familiar» y llegó a intentarse suicidar a finales de 2018.
En 2019 viajó a Pakistán engañada: no sabía que el objetivo de la visita a su país era celebrar un matrimonio forzoso con un pariente. La chica se negó y al volver a Terrassa se acabó escapando de casa e inició una relación sentimental con otro hombre.
La otra hermana, sometida igualmente a un control estricto y a quien obligaron a casarse también a finales de 2019, logró escapar y reunirse con su hermana en un piso en Barcelona.
Las represalias llegaron en mayo de 2022. Según relata el juez de Terrassa en el auto de apertura de juicio, el padre urdió un plan para llevarlas engañadas otra vez a Pakistán. Allí llegaron el 18 de mayo y dos días más tarde, el 20, murieron asesinadas por un grupo de familiares que pretendían así «limpiar el honor» de la familia.
