La villa de Puigcerdà vive una situación política insólita e insostenible. Las elecciones municipales del año 2023 las ganó ERC, pero los grupos de Junts y Futur per Puigcerdà, que encabeza el empresario Francesc Armengol, cerraron un pacto de gobierno, que contemplaba repartirse la alcaldía dos años cada uno. Esta coexistencia ha saltado por los aires.
Francesc Armengol, que ahora debería asumir la alcaldía, ha sido multado por el propio Ayuntamiento por haber hecho unas obras sin permiso en su gasolinera, y el teniente de alcalde Jordi Palomino ha sido expulsado del grupo de Junts por su contundente denuncia de las implicaciones políticas que tiene esta sanción. Ante este descalabro, el actual alcalde, Jordi Gassió, formalizó su renuncia en el pleno del pasado mes de junio…, pero continuará en el cargo, a la espera de que se nombre a su sucesor.
El pacto entre Junts y Futur se da por roto, pero es una incógnita saber cómo se resolverá este rompecabezas, que ha quedado pospuesto para un próximo pleno extraordinario, que no tiene fecha. Joan Manel Serra, el cabeza de lista de ERC, parece que podría ser el nuevo alcalde.
