Desde el punto de vista barcelonista la figura de Xavier Sala Martin empieza a ser del todo residual, casi ridícula si hay que hacer caso de su última apreciación sobre la actualidad económica y la capacidad de Joan Laporta para fichar insaciablemente pese a estar con el fair play excedido.
Fue en su intervención en el espacio Versió Rac1 sobre el estado de la economía de Argentina cuando, de pronto, uno de los colaboradores le preguntó directamente si el Barça puede realizar las operaciones previstas de Joan Garcia y de Nico Williams como afirma el presidente azulgrana o, por el contrario, no posee los recursos suficientes como ha dicho Javier Tebas.
Dubitativo, desorientado, sorprendido y pillado a contrapié, Xavier Sala Martin ni supo que decir ni dijo que el presidente azulgrana, su presidente, podía tener la razón. Fue el mismo interlocutor, ante la insolvencia del personaje y la imagen lamentable que estaba transmitiendo de absoluta falta de interés, de información y de criterio, quien el echó un capote. “Seguramente lo que necesitaría es ver el estado de las cuentas de club…”
Aliviado, el presunto especialista en economía y fiel escudero de Laporta, se agarró a esa cuerda para responder que “sí, y también las normas de LaLiga y saber por qué a unos clubs como el City o el PSG le dejan fichar y al Barça no”. Se desmarcó, dejando esa impronta real de barcelonista al que le interesa un pepino el tema del fair play.
Lógico, en parte, viniendo de un personaje, profesor de economía, capaz de afirmar que ni la contabilidad ni los auditores son de fiar cuando se trata de las cuentas de Laporta como les dijo a los asambleístas socios del Barça para pedirles que aprobaran las cuentas del año pasado con una salvedad del auditor de nada menos que de 208 millones de pérdidas no admitidas por el presidente contra las normas contables.
Finalmente, se refirió a Javier Tebas como a “un señor que sale hablando por ahí sobre asuntos del Barça… parece Trump”, acabó diciendo, incapaz de responder a una pregunta tan sencilla como el fair play del Barça de la cual se le presupone con el conocimiento, el prestigio y la inteligencia sobrados para responder. Confirmado que, por los precedentes y atrocidades cometidas por él y por su amiguete Laporta, a nivel de economía barcelonista, Sala Martin es un auténtico bluf.
