Los jóvenes con menos renta sufren hasta 3 veces más ansiedad y depresión

Según los datos del Observatorio de las Desigualdades en Salud, elaborado por la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña

Olga Pané és la consellera de Salut (Generalitat)

Los problemas de salud mental entre los jóvenes de Cataluña han aumentado significativamente en los últimos cinco años. Según datos del Observatorio de las Desigualdades en Salud, elaborado por la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQuAS) del Departamento de Salud, los casos de ansiedad y depresión en personas de entre 14 y 39 años han aumentado un 30% entre 2019 y 2024.

Actualmente, según los datos del sistema sanitario público, 9 de cada 100 jóvenes tienen un diagnóstico de ansiedad, 2,5 de cada 100 presentan depresión y 0,7 de cada 100, un trastorno psicótico. Además, 5 de cada 100 niños y adolescentes de entre 5 y 18 años sufren trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

La ansiedad y la depresión son las que más han aumentado, un 29% y 34% respectivamente, con la incidencia más alta en la franja de edad de los 22 a los 39 años. La frecuencia de estos trastornos, además, mantiene una tendencia ascendente.

Como contrapunto, las activaciones del código riesgo de suicidioy se han estabilizado en el año 2024 y han comenzado a disminuir en el grupo de edad de 14 a 21 años, que había experimentado un incremento a partir de 2021.

A pesar de estos datos, los problemas de salud mental no afectan a todos por igual. El Observatorio ha detectado importantes desigualdades según el nivel de renta, el sexo y el país de origen, entre otros factores.

La AQuAS ha presentado los datos más recientes en el marco de la jornada de presentación del Observatorio de Desigualdades en Salud y centrada este año en la salud mental.

Durante el acto, la consejera de Salud, Olga Pané, ha puesto en valor el Observatorio ya que afirmó que “lo que no se mide no se conoce ni se corrige. Hay que corregir todo lo que signifique una diferencia de oportunidades para las personas” .

Además, Pané remarcó también que “se habla de la equidad horizonal, pero es mucho más efectivo hacer políticas desiguales para los desiguales. Son más efectivas porque no todo el mundo cuando llega al sistema sanitario llega con igualdad de condiciones”.

El análisis del Observatorio muestra un patrón claro: a menor renta, más afectación en salud mental. Los jóvenes con rentas más bajas presentan una prevalencia mucho más alta de problemas de salud mental que aquellos con rentas más altas (superiores a los 100.000 euros anuales). Este gradiente social se mantiene también en los tramos de renta media (de 18.000 a 100.000 euros).

Las diferencias son especialmente marcadas en trastornos graves como los psicóticos, que son hasta 15 veces más frecuentes entre los jóvenes de rentas bajas que entre los de rentas altas. Factores de riesgo como el consumo de sustancias y el maltrato, que afectan más a personas en entornos empobrecidos, contribuyen probablemente a esta mayor prevalencia.

En el caso de trastornos más comunes como el TDAH, la ansiedad o la depresión, la incidencia es entre dos y tres veces más alta en personas con rentas bajas. Sin embargo, el Observatorio señala que en los últimos años se ha reducido ligeramente la diferencia de incidencia en ansiedad y depresión entre jóvenes de baja y alta renta.

En cuanto al código riesgo de suicidio (CRS), la desigualdad también es muy marcada: la tasa de activación es hasta cinco veces superior entre jóvenes con rentas más bajas en comparación con los de rentas altas, y hasta casi tres veces más alta que entre los de renta media.

Diferencias según el sexo

El impacto de la salud mental también muestra diferencias notables según el sexo. Los hombres jóvenes presentan un riesgo claramente superior de TDAH y trastornos psicóticos. En concreto, estos trastornos son 2,5 veces más probables en hombres en el caso del TDAH, y 2,2 más en el caso de los trastornos psicóticos.

Por el contrario, las mujeres jóvenes presentan mayor riesgo de ansiedad y depresión, y también tienen una tasa de activación del CRS 2,1 veces superior a los valores esperados.

Los problemas de salud mental afectan menos a los jóvenes inmigrantes provenientes de países con un PIB inferior al español. En cambio, son más frecuentes en jóvenes de origen catalán y en jóvenes que provienen de países con un PIB alto.

La diferencia más significativa se observa en el caso del TDAH. Los jóvenes y adolescentes provenientes de países más pobres presentan la mitad de probabilidades de sufrir TDAH, en comparación con los otros grupos.

El Observatorio de Desigualdades en Salud

El Observatorio de las Desigualdades en Salud fue creado en marzo de 2020 con la misión de generar conocimiento sobre las desigualdades, en todos sus ejes (socioeconómico, sexo, trayectoria vital, edad, nacionalidad, nivel de estudios, situación laboral, lugar de residencia, entre otros) para evaluar su impacto tanto en la salud como en sus determinantes sociales y permitir, así, definir políticas intersectoriales para mejorar la salud de la población.

Paralelamente, y desde el plan director de salud mental y adiciones del Departamento de Salud se están impulsando diversos proyectos en relación a la salud mental infanto-juvenil, como el plan de prevención, detección, atención y recuperación de los trastornos del neurodesarrollo y de los trastornos del aprendizaje (TNDiA) de Cataluña, los Equipos Guía, la Unidad Terapéutica Acompañame, el Plan de mejora de los TCA y Escuelas resilientes.

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