Madres de menores tutelados por la DGAIA exigen cerrar los centros y denuncian retiradas arbitrarias

La Asamblea de Familias Quebradas considera “un lavado de cara” la nueva Dirección General de Prevención y Protección a la Infancia (DGPPIA)

Bluesky
Rueda de prensa de la Asamblea de Familias Rotas por la DGAIA

La Asamblea de Familias Rotas por la DGAIA, plataforma de la que forman parte una cincuantena de familias de toda Cataluña, reclama el cierre de los centros de menores tutelados y asegura que los servicios sociales hacen retiradas “sin razones reales”. En una rueda de prensa este martes, varias madres han apuntado que la nueva DGAIA, llamada Dirección General de Prevención y Protección a la Infancia (DGPPIA), “no supone ningún cambio estructural” y “no es más que un lavado de cara de una institución que ha evidenciado su mala praxis”. “Cambiar de nombre, para no cambiar nada”, resumen.

En este sentido, las madres lamentan que “en ningún momento se ha contactado con las familias” para hablar sobre la reestructuración de la antigua DGAIA y señalan que el cambio de nombre “no cambia ni los contenidos ni los métodos” que se estaban llevando a cabo. La prevención y la protección, defienden, tienen que pasar primero por las familias, pero la DGAIA “no ha contado con las madres ni ha hablado con ellas de las nuevas medidas”.

“¿Qué pasará con los 20.000 niños y niñas bajo la custodia de la Generalitat?”, se han preguntado las madres, que no quieren “ninguna reforma de la DGAIA ni que se destinen más recursos”, sino su cierre, ya que, según han dicho, la cantidad de menores que de verdad necesitan estar en centros es mínima.

“Exigimos que se devuelvan los niños a sus familias para que recuperen el cariño y la relación familiar y puedan retomar sus vidas. Que se cree un espacio de denuncia de la violencia institucional, tanto para las familias como para los menores. No queremos cambios, queremos el cierre de los centros y de la DGAIA, queremos la devolución inmediata, la anulación de sentencias y el cierre de expedientes”, indican desde Familias Rotas por la DGAIA, que reclaman a la Generalitat que “no se preocupe por los contratos que debe rescindir” y “ponga las infancias en el centro”.

“No son menores desamparados; sus familias luchan por recuperarlos”, destacan las madres, que han convocado una manifestación este jueves, 12 de junio, a las 18 h “en defensa de las infancias”. La movilización comenzará frente a la sede de la DGAIA, en la avenida del Paralelo de Barcelona, y acabará en la plaza de Sant Jaume. El objetivo principal, indican, es visibilizar la lucha de las familias a las que se ha retirado la custodia de sus hijos. “El caso de la niña violada es solo la punta del iceberg”, advierten.

Una institución “de control y castigo”

Durante la rueda de prensa, las madres de menores tutelados por la DGAIA han denunciado la vulneración de derechos que sufren tanto ellas como sus hijos e hijas y han señalado las prácticas “prevaricadoras” que llevan a cabo tanto la DGAIA como el Equipo de Atención a la Infancia y la Adolescencia (EAIA) con la “complicidad” de servicios sociales, jueces y fiscales. Según han explicado, muchas no se atreven a hablar por “miedo a represalias”, ya que a menudo las “castigan” quitándoles las visitas con sus hijos.

“Denunciamos que nos arrebataron a nuestros hijos sin razones reales. Denunciamos que nuestros hijos no están bien bajo la tutela de la Generalitat y denunciamos la psiquiatrización de los menores y las madres”, destacan las familias de la Asamblea, que aseguran que la DGAIA y el sistema judicial “culpabiliza a la familia”. Según han explicado, el EAIA y servicios sociales “falsifican y tergiversan los informes”, no aceptan informes externos y, a pesar de la “incongruencia” de los documentos, deciden arrancar a los menores de sus familias.

“Cualquier excusa vale. Redactan informes en los que mienten sobre la situación de los menores y sus familias y realizan el quite de custodia en base a los mismos”, lamentan. Ruslana, una de las madres, ha dicho que pese a disponer de numerosos informes favorables, no le permiten recuperar a su hijo, mientras que Ángeles, que fue una niña tutelada, ha asegurado que solo se tienen en cuenta los informes negativos, no los favorables. Además, han dicho, las familias no pueden aportar sus propios informes de otros profesionales y los jueces “no escuchan a los niños”.

“No son casos aislados, son prácticas que existen en una institución que responde a intereses muy alejados del bienestar del menor. No es una institución de protección al menor, es una institución de control y castigo”, aseguran las madres, que critican que la DGAIA “castiga cualquier tipo de disidencia e intenta perpetuar el modelo de familia y mujer implantado por el patriarcado y potenciado por el capitalismo”.

Todo ello, lamentan, “con total impunidad, sin control de nada ni de nadie y sin tener que probar nada”. “Las madres son represaliadas con la complicidad de técnicos y jueces, que obedecen y se sustentan a costa de esta maquinaria del terror”, afirman. Para Familias Rotas por la DGAIA, lo que hace la institución es un “robo disfrazado de tutela”. “Te quitan a los hijos para no devolverlos nunca”, ha dicho Ruslana.

La Asamblea de Familias Rotas por la DGAIA asegura que la institución “castiga” a las madres por todo tipo de causas: “por haber migrado; por no tener familia de sangre extensa; para criar según las costumbres de sus lugares de origen; por bullying escolar; por criar sin un hombre que ejerza de padre; por no tener acceso a una vivienda digna; por no tener un trabajo formal; por llorar en las visitas a servicios sociales; por trabajar demasiadas horas o por no trabajar; por tener problemas de salud; por haber denunciado a su maltratador…”.

“Marcados de por vida”

Ángeles, miembro de la entidad y extutelada, ha indicado que no se la ha protegido como niña tutelada y ha destacado que en los informes de su caso no constan ninguno de los abusos que sufrió en la infancia. Según ha explicado, le quitaron a su hija “por ser una extutelada”, “con mentiras e injusticias”, y mientras por un lado no hay constancia de los abusos sufridos, por el otro le dicen que sufre un trauma y que se debe tratar. “No he tenido el derecho de poder ser una mujer libre”, ha lamentado.

“Usted no sabe lo que es después de estar tutelada sufrir abusos, violaciones, y no tener donde denunciar porque la palabra del profesional de turno vale más. Y cuando creces e intentas hacer tu vida, te quitan a tu hijo o hija porque fuiste una niña tutelada y el control continua. Estamos marcados de por vida”, ha manifestado Ángeles, dirigiéndose al presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa.

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