Las pensiones de los jubilados andorranos se juegan en la turbulenta Bolsa de Wall Street

El Fondo de Reserva de Jubilación (FRJ) tiene invertidos 313 millones en dólares

Bluesky
Jordi Cinca

Las vertiginosas turbulencias financieras provocadas por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, con la declaración unilateral de la «guerra de los aranceles», tienen un impacto directo sobre el Fondo de Reserva de Jubilación (FRJ) de Andorra, encargado de velar y gestionar las pensiones de los trabajadores. La política de inversiones dirigida por el presidente de la comisión gestora del FRJ, Jordi Cinca -implicado en el escándalo criminal de los «diamantes de sangre»-, se está demostrando temeraria y errónea.

Simple y llanamente: las pensiones de los andorranos están en peligro. La hucha que garantiza el pago presente y futuro de los subsidios de jubilación alcanzó este pasado mes de febrero los 1.860 millones de euros. Según la memoria del FRJ del año 2024, de este fondo, 1.004 millones (55%) están invertidos en renta fija y 548 millones (30%) en renta variable en los mercados internacionales.

Apuesta por Wall Street

Por decisión de la comisión gestora que preside Jordi Cinca, en los últimos meses se había decidido apostar más fuerte por Wall Street, en detrimento de las bolsas europeas. De este modo, el 38% del fondo de pensiones invertido en renta variable está en juego en los mercados bursátiles europeos y el 43,6% en Estados Unidos, cambiando la estrategia tradicional.

Los pensionistas y los trabajadores andorranos no lo saben, pero con su dinero se han invertido, por ejemplo, 14 millones de euros en acciones de Apple; 13 millones en acciones de Nvidia; 12 millones de Microsoft; 8 millones de Alphabet (Google); 7 millones de Amazon; 4,5 millones de Tesla; 4 millones de Meta (Facebook)… Estas compañías, precisamente, están en el ojo del huracán de la crisis colosal provocada por Donald Trump y su valor ha caído en picado en los últimos días.

Devaluación del dólar

En total, según recoge la memoria del FRJ del 2024, las inversiones en dólares suman un total de 313 millones. Ahora, con la devaluación que está experimentando la divisa norteamericana, esta apuesta monetaria también está sufriendo una minusvaloración.

Es muy cuestionable que el 30% del dinero del fondo de jubilación se juegue en el «casino» de las bolsas. En tiempos de vacas gordas, cuando los mercados financieros suben, miel sobre hojuelas. Pero cuando los mercados se tambalean, como sucede ahora, todo son llantos y crujir de dientes. Además, la decisión estratégica de Jordi Cinca de reforzar la apuesta del FRJ por Wall Street es, a la vista de los últimos acontecimientos, un error que está costando muy caro.

La banca siempre gana

Según especifica la memoria del 2024, un total de 1.445 millones de euros de la hucha de las pensiones están invertidos a través de cinco entidades financieras: las andorranas Andbank, Creand y Mora Banc y las francesas Amundi y Natixis. Además, hay 277 millones que gestiona directamente el FRJ y 63 millones invertidos en private equity. Los intermediarios de estas inversiones -bajo el epígrafe de «servicios financieros»- se embolsaron el año pasado 2,5 millones de euros.

Cuando fue creado, por la ley 6/2015, se estableció que el FRJ tenía por objetivo garantizar que el fondo de pensiones obtuviera una rentabilidad superior a la inflación anual, para mantener e incrementar su valor. Sin embargo, según las estadísticas que ofrece el mismo FRJ en su memoria del 2024, esto no se ha conseguido en el acumulado de los últimos cinco años: es decir, la inflación ha subido más que la rentabilidad de las inversiones hechas por Jordi Cinca.

El antecedente de Antoni Ubach

Además de sus inversiones en divisas, renta fija, renta variable y private equity, el FRJ obtiene ingresos de su patrimonio inmobiliario (los pisos de Prada Casadet, los edificios del Cedre y la CASS, el antiguo centro hospitalario y el CREI). El año 2024, de los alquileres de estos edificios obtuvo 2,7 millones de euros.

Veremos cómo evoluciona el cataclismo financiero provocado por Donald Trump. En todo caso, es preciso que los pensionistas andorranos presentes y futuros estén al quite. En la memoria histórica de la CASS está el trauma provocado por las ruinosas inversiones del exdirector general Antoni Ubach que, en la década de los 90 del siglo pasado, provocó un agujero de 50 millones de euros (8.000 millones de pesetas de la época) en el fondo de jubilaciones y acabó en la cárcel.

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