David Carabén dice que la historia del Barça se reduce a Gamper y Laporta

El fanatismo y el servilismo de su cargo como comisionado del 125º aniversario le arrastraron a diseñar una gala de homenaje y enaltecimiento de su presidente, solo apta y a la medida de los palmeros en la misma nómina ideológica del régimen

Joan Laporta, abans de la gala del 125è aniversari del Barça - Foto: FC Barcelona

Las pobres almas barcelonistas que se han de arrastrar por el salario del hambre laportista tienden a exagerar el elogio hasta la parodia y el ridículo, haciendo gala también de un fanatismo igual de vergonzante. Aunque ya venían demostrando esta condición de palmeros sin fronteras desde haces meses, ha sido con motivo del fogonazo Flick que han soltado la lengua, unos ante la prensa y otros en las redes sociales, dando por hecho que el laportismo, y con él sus secuaces, entraban en una nueva dimensión, allí donde moran los intocables y los elegidos para la gloria. Es el caso de David Carabén y Josep Bové, intelectuales de esa corte laportista que da acceso al olimpo mediático de sus castas más nobles y respetadas.

Desatado ante tanta adulación y protagonismo en los medios, a David Carabén, el hombre orquesta del 125º aniversario, le pareció que para poner en su sitio al presidente actual solo podía equipararlo a la figura de Gamper y ponerlo a su altura. «El presidente fundamental para que exista el Barça es Gamper, pero a Laporta le ha tocado dos veces sacar al club de una situación muy difícil. La primera, siendo un tío joven, con energía, era lógico que lo hiciese. Esta segunda vez es la que habla mejor de él. No tenía necesidad de demostrar nada y, en cambio, lo hace. Demuestra que está aquí solo por amor al Barça. Laporta ha salvado dos veces al Barça», ha dicho.

Hay que ser muy inconsciente e ignorante de la propia historia del Barça para afirmar tal barbaridad, sentirse embriagado por un sentimiento de agradecimiento fuera de lo normal o, justificadamente en su caso, a cambio de una extraordinaria contraprestación por los servicios prestados. Carabén, por tanto, no entiende su función como comisionado del 125º aniversario del FC Barcelona desde una perspectiva institucional, sino como una celebración que tiene como única finalidad homenajear y lustrar a un solo presidente, Joan Laporta, como así fue a lo largo de una gala de apertura que con el paso de los días cada vez parece menos representativa y acertada.

Vino a resumir y destacar que menos Gamper y Laporta, el resto de los presidentes son historia barata o directivos que no han hecho otra cosa que perjudicar los intereses de la entidad. En un club serio, David Carabén se habría descalificado lo bastante con estas declaraciones para dejar de ser inmediatamente responsable del 125º aniversario.

¿De verdad cree que Laporta ha salvado al Barça? Uno de los peores efectos del virus del laportismo es la ceguera, pues solo hace falta echar un vistazo a las cuentas de su primer mandato, negativas en 47,6 millones, o a las actuales, con un fondo patrimonial en rojo de 94 millones, para concluir que si Carabén sabe de música, está claro que no de números. Entre esas pérdidas de 2010 debe incluirse el gran negocio de la compra de los terrenos de Viladecans, de más de 15 millones, todavía inexplicada, como los fichajes de Keirrison y Henrique, entre otras operaciones comisionadas igual de generosa y sospechosamente que la de Ibrahimovic, por no hablar de los 10 millones de origen uzbeko que se llevó con no menos turbios y enredados manejos entre su despacho y la presidencia.

El club hubo de recuperarse de esas pérdidas y de una deuda superior a la facturación, como le pasa ahora en su segundo mandato, además de pagar multas millonarias por los favores a Mediapro y revertir la venta de Can Rigalt, también irregular y cerrada en falso para burlar a los auditores, por un importe de 42 millones empleados en su día para no avalar. Si se añaden a estas atrocidades del pasado las de hoy, como el pufo de Barça Studios y la cadena de mentiras alrededor del Espai Barça, que dejará la institución en manos de los acreedores, además de la venta anticipada de activos de futuro y el ruinoso contrato con Nike, entre otros pozos sin fondo que va abriendo el presidente preferido de Carabén, insistir en que Laporta ha salvado al Barça dos veces suena a desvarío o bien resulta ser, sencillamente, el pago debido en correspondencia al privilegiado puesto de mando al frente del 125º aniversario, concedido con el único y verdadero propósito de servir a una persona y no al Barça. De otro modo, en el supuesto de que a David Carabén le parezca acertado que en esa gala suya, la del musical, puede explicarse la historia más moderna del club sin una referencia a la Masía, de donde han salido Guardiola y Messi, por ejemplo, porque los cimientos y la supervivencia del Barça solo se asientan en los pilares del laportismo, entonces puede que necesite ir a un centro de urgencias.

Otro de esos estómagos agradecidos es Josep Bové, miembro de la comisión de historia del club y pareja de la vicepresidenta Elena Fort, quien, de pronto, para salir a defender a su jefe y responsable directo de que ni a Elena Fort ni a nadie de esa comisión les falte de nada, se dejó ir en X: «5 abril 2014. Los socios decían sí a un Nuevo Camp Nou. Siete años después, la junta directiva que había hecho el referéndum no había movido una piedra. Los que no se quejaban por siete años, ahora lo hacen por retrasar la vuelta dos meses».

Palos para todos, para las juntas de Sandro Rosell y de Josep Maria Bartomeu por no haber avanzado en ese asunto y para los socios que se sienten engañados porque el baile de promesas sobre la reapertura del estadio se ha convertido en una especie de sainete por culpa, precisamente, de personajes como Elena Fort y esa obsesión de la junta actual por sostener un relato que la realidad se empeña en contradecir.

A Bové, otro ignorante de la vida azulgrana, en su caso aún más grave por su condición de historiador y el rigor que se le supone, le respondió un socio de a pie, Quim Molins, acertadamente:

«Referendum abril 14. Concurso Nikken Sekkei marzo 16. Modificación y aprobación PGM, Ayuntamiento abril 18, Gene Junio 18. CUP y FVB impugnan MPGM. Aprobación def, TSJC rechaza recursos de Cup y FVB julio 21. Con MPGM prov, solicitud d licencias (2 años) 2020 licencia excavación y pandemia».

Es decir, que entre la parsimonia y el celo político nunca visto del Ayuntamiento y de la Generalitat, además de la actitud crítica, exigente, contraria, tocanarices y diaria de los vecinos y de la CUP, que, por decirlo en corto, se pasaron seis años torpedeando cada uno de los pasos, la primera licencia no se concedió hasta que Bartomeu fue eliminado. Con la llegada de Laporta, sin embargo, el Ayuntamiento hace la vista gorda, la Generalitat aún más y los vecinos se han puesto de parte de las obras, encantados de la vida.

¿Le vale la pena a Josep Bové -y a otros en la misma nómina ideológica- ponerse así en ridículo por lo que le pueda deber a Laporta?

(Visited 79 times, 1 visits today)

hoy destacamos

Deja un comentario

Noticias más leídas