Transcurridas unas horas de la grave lesión de Ter Stegen en el partido del domingo pasado en Villarreal, la catarata de rumores y de informaciones en torno al futuro de la portería azulgrana ha arrojado la más que segura posibilidad de que la directiva acometa el fichaje de un portero de talla internacional que, tras las primeras gestiones, apuntan a la figura del polaco Szczesny, recién retirado de la primera línea tras jubilarse voluntariamente en la Juventus.
Más allá de esa decisión puramente deportiva, los titulares de la prensa más identificada con el laportismo han hecho suya la filtración desde el aparato de comunicación del club sobre el impacto directo de la baja de Ter Stegen en el margen salarial azulgrana. De acuerdo con las informaciones aparecidas, si el Barça le comunica a LaLiga la lesión de larga duración del portero azulgrana, con un periodo de recuperación superior a los cuatro meses, el Barça podrá disponer del 80% de la ficha del portero alemán para firmar a un sustituto, un porcentaje que podría utilizarse en parte para contratar otro guardameta y también, por la magnitud de la ficha del jugador caído, para cubrir la totalidad de la ficha de Dani Olmo.
Como es sabido, Olmo sólo está inscrito de forma provisional porque la baja de Christensen le abrió esa puerta, aunque limitada a media temporada debido a que el salario del danés es inferior a la del recién llegado fichaje, procedente del Leipzig alemán. El entusiasmo mediático con el que se ha divulgado esta afectación colateral de la grave lesión del portero alemán ha desnudado esa pasión laportista de no pocos periodistas que, por el tono y la argumentación empleados, la han celebrado porque, en definitiva, viene a solucionarle a Joan Laporta el grave problema de fair play financiero al que se enfrentaba antes del 31 de diciembre por la amenazadora posibilidad de que Olmo no pudiera seguir jugando a partir del año que viene.
Una reacción que ya se vislumbró cuando, en el límite del mercado de verano, de pronto la lesión de Christensen pasó de dos meses a cuatro en una decisión médica atribuida por algunos al talento y al ingenio de Laporta en la gestión económica. ¿También afirmarán ahora que la lesión de Ter Stegen es otra obra maestra del presidente?
Tampoco faltan directivos que, privadamente, también han brindado por las consecuencias de la rotura del tendón rotuliano de Ter Stegen, pues ha sido un alivio resolver de este modo la continuidad de Dani Olmo. Este es el nivel de la junta azulgrana actual.