Dos jóvenes politólogos de la comarca de la Anoia, Joan Mangues y Víctor López Gargallo, militantes de ERC, están, sin quererlo, en el origen de la gravísima crisis que se ha instalado en el partido independentista. Sus sistemas “disruptivos” de hacer comunicación política y acción electoral han acabado provocando un lío que ha embadurnado a todo el partido. Este “pelotón Igualada” fue el responsable, entre otras acciones épatants, de la colgada de carteles contra Ernest Maragall, atribuyéndole la enfermedad de Alzheimer que sufre su hermano Pasqual, para intentar evitar que volviera a ser el candidato a las elecciones municipales por Barcelona.
En un núcleo de la dirección de ERC había el convencimiento de que Ernest Maragall estaba quemado y que había que apostar por otro candidato más joven. Es en este sentido que se activa –y se paga, a través de la agencia de comunicación Relevance Marketing, en la órbita del partido– el “pelotón Igualada” para que cuelgue estos carteles. De momento, solo ha dimitido el viceconsejero Sergi Sabrià, aunque ha dejado claro que él no tenía nada que ver con esta provocación. ¿Quién dio las órdenes al “pelotón Igualada”? Esta es la cuestión que, de momento, todavía no tiene respuesta.
