«A toda esa gente le diré que soy humano, y que quiero vivir». Así lo explica en la entrevista que le hizo Txell Partal en el digital Vilaweb, publicada el pasado día 2. Josep Miquel Arenas (Valtònyc), que asegura que quiere dejar atrás su etapa de rapero pero que acaba de sacar un nuevo disco, añade que «Me sabe muy mal, ya lo discutiremos bebiendo una birra, si quieren». Y sigue: “He hecho lo que tenía que hacer, ahora me toca vivir. Creo que mi hermana merece recuperar a su hermano. Quiero estar a su lado si vuelve a ocurrir otra cosa tan fuerte como la muerte de mi madre. No quiero estar a mil doscientos kilómetros, por videoconferencia”.
“Sabía que lo mejor, no sólo para mí personalmente, sino también políticamente, era pactar, porque era consciente de que desde la calle podía hacer mucho más trabajo. Puedo dar charlas, puedo ir a manifestaciones… Es decir, no soy ningún político. Nunca había prometido nada a nadie. Mi decisión no perjudicaba a nadie porque mi proceso era por algo que dije en un concierto y no era ningún montaje represivo colectivo”, dice Arenas. También cree que “desgraciadamente, en este país idolatramos y hacemos líderes muy rápido. Y hay gente que me ha idolatrado y me ha hecho líder, y yo nunca lo he pedido”.
Valtònyc vive en Bélgica, está contratado por una empresa en ese país como programador informático, y cuando le preguntan qué hará ahora contesta: “¡Pues ahora, vivir! A ver si vuelvo a Cataluña… No sé, no lo tengo claro. Me ronda por la cabeza también marcharme y viajar durante un año por el mundo, ya que puedo hacer teletrabajo… Ahora tengo mil opciones. Puedo aprender muchas cosas. A mí a los dieciocho años me quitaron el pasaporte, nunca he podido viajar. Tengo muchas ganas de conocer mundo”.