El informe de Adif a raíz de la incidencia de Gavà que dejó el servicio de la R2 Sur gravemente alterado el pasado mas de mayo descarta que la causa fuera un rayo y lo atribuye a la rotura de un hilo de la catenaria y a la vandalización del sistema de tierra que tenía que proteger las instalaciones. Concretamente, el hilo de contacto de la catenaria tocó una señal metálica y provocó una sobrecarga eléctrica que llegó a afectar al cuadro de enclave porque las presas de tierra que lo tenían que proteger estaban vandalizadas por un robo, según señala el ente gestor de infraestructuras ferroviarias. Inicialmente, se apuntó que la causa la incidencia podía ser un rayo.
Adif apunta que la rotura de un hilo de la catenaria no tiene importancia y no acostumbra a tener repercusión en el servicio ferroviario, sobre todo si es en una vía apartada, como fue este caso. Aun así, señala que la mala suerte hizo que el cable tocara una señal metálica y que, a partir de aquí, se sobrecalentara el resto del cableado hasta el cuadro de enclave.
La rotura del hilo de la catenaria fue causado por la ausencia de una pieza de la cual Adif no puede precisar el motivo puesto que podría ser por la vibración causada por el paso de los trenes, por causas meteorológicas o problemas en su montaje. Sin esta pieza, se provocó un sobrecalentamiento que fue causando una degradación.
Otro factor que fue determinante es que las presas de tierra que tienen que evitar las sobretensiones sobre el enclave y que derive en un incendio, como pasó en mayo, estaba «vandalizada» al producirse un robo que no se podía detectar automáticamente cuatro días antes del incendio. La última revisión se produjo el 26 de abril y la incidencia tuvo lugar el día 1 de mayo.
Como consecuencia del incendio, la circulación de la R2 sur quedó gravemente afectada y durante unas tres semanas circularon, de forma progresiva, un máximo de cuatro trenes por hora y sentido hasta que el 20 de mayo se pudo restablecer el servicio. Inicialmente, Adif apuntó que un rayo podría haber causado la incidencia a pesar de que el Servicio Meteorológico de Cataluña certificó que el 1 de mayo no había habido ninguna descarga en la zona próxima a la avería.